manece blanco, as sefíal de q:ue La tintura ha quedado
d~bil
y
·es preciso someterla
.a
nuevas ebulliciones.
El _ tintorero experimentado ,reconoee por cuatro seña-:
, les que la lejía. se ·encuentra a punto: cuando está suave al
tacto y ligeramente jabonosa; cuando su sabor es un tanto
picante;
c~ando
un huevo fresco flota enc-ima como un cor–
cho, y, finalmente, cuarido ·el algodón de prueba sale leve–
mente verdoSJo.
2.o-Antes de introducir los teji-dos, el indio los sumer-
. ·ge ·en una solución de alumbre, sobre todo cuando desea
darles un colorido fuerte, que no sea -azul. Este baño se en–
cuentra en una tinaja de pi
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edra; ya hum·ede.cidos con ante–
riori9-ad, los géneros se ?lantienen sum·ergid<;>s por medio de
guijarros, pero el obrero tiene buen cuidado de darlos vuelta
cada media hora.
En cuanto si-ente · las telas ásperas
~al
tacto y que
de
ellas se desprende un leve olor a grasa rancia, las retira
y las deja escurrir un día entero. · Al día sigui.ente las lava
con agua fría, hasta que ésta quede clara y dulce al paladar.
A falta de alumbre, se
e~mplea
el sulfato de cobre o de
fierro, muy favorable :a los colores o.scuros. Solam.ente el
amarillo
s~
aplica a la lana aun· blanca.
·
3.
0
-Llega el momento .de teñir.
El indio calien_ta nuevamente la lejía de la vasija y con
una larga pinza de madera sumerg·e dentro la tela, cuatro,
cinco o
sei~
ve·ces, según sea más o menos oscura la tona–
lidad de verde que desee obtener; en seguida cuelga la tela
para dejarla escurrir,
ry
de este modo obtt·ene una colora–
ción fundam·ental y apta a recibir todas las demás, salvo
el amariUo, por supuesto.
4.
0
~C'uando
desea obtener ·el azul, el indio coloca en
maceración, ·en un poco de •agua
fr~a,
aLgunas hojas de ín–
digo. Al cabo d-e doc.e horas, las retira y machaca con una
pi·edra
redond~
dentro de un recipiente de ti·erra que con–
tiene cierta cantidad de orines. Pasa esta mezcla por un
tamtz y la agrega a una lejía simple,
revolvien~o
cuidado–
sam-ente ·con un palo para obtener una perfecta homoge–
neidad. Finalmente, moja cuatro o cinco veces ·el tejido Y
luego lo deja secar.
Por la tarde r.epite la operación y después lava con–
cienzudamerite la tela y la deja expuesta a la acción del
sol.
Cúando no dispone d·e hojas de índigo, el indio extrae
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