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·'

1a guardan hasta que llegue el m<)mento

de

emplearla en el

t·elar.

Si el tejedor desea formar figuras o dibujos general–

m·ente g.eométricos -t·riángulos, rümbos o graderías-, ti·ende

la cadeneta entera con hilos blancos

d

de un tono muy pá–

üdto,

y reservá para la trama.

lo~

de colores, que oombina al

realizar su concepción

~r.tística

.

.aasi todas las labores s·e limitan a prendas de vestir de

un solo color: go.rras puntiagudas con orejeras, ponchos, fal–

das, tnedias y gruesas tobi-Heras,

pel~erinas

y mantas. Sola–

mente en contadas ·regiones se fabrican tapices ·y otras telas_

más amplias que r·e'cuerdan ligeramente la técnica a

ntigua.

En cuanto al instrumental corri,ente de los te

}edor.es

,

comprende: dos bastoncillos que sostienen la cUJden

eta, un

pedazo de madera a guisa de lanzadera, un largo punzón

de hueso para desenredar los hilOS

7

una tabla que separa las

dos corridas de hebras de la trama y da paso a la lanzadera,

y un

~compresor

duro

~en

ola misma !forma.

Cuando el indio va a

trabaJar~

amarra el bastón supe–

rior a una estaca o árbol, se si-enta en ·el

sue~lo

sobre un pe-

~

.

llejo de cordero o un pedazo de tron,.co, y se coloca un cin-

turón, a a.mbos extremos del

~cuál

amarra el bastón inferior

tle la, cadeneta. ·Encerrado así en es:ta ·espe-cie ·de arco, re ..

troced

e lo suficiente para estirar ·o.L·en .Los hilos y tender la

tra.ma

.

.

' !Si

desea interr.umpir su Jahor, no tiene más que soltar el

CiJ?.turón, enrollar la

t~ela

en ·e1 1compr,esor y guardar -todo

en el interior de su choza.

Se conocen dos

~especies

de ·te1las·: una de ell:as -pr·esenta,

.Sobre ambos 'lados y en idéntica proporción, la cadeneta

y

la trama;

l~

otra muestra sólo la prim·era o la s·egunda sobre

anverso o

reverso~

Luego viene la obra del tintorero.

*

Muchos

tiñ.en

por madejas enteras los hilos ,que van a tejer,

y

~esto

con an

ilinas. Pero iSólo proc-eden ·así los

obrer~s

de

las _grandes ciudades y sus :al-rededores, pues este , pl:ocedi–

miento ·está r,eñido completament·e con la industria ances–

tral. La verdadera forma de teñir se conserva celosamente

en toqo:s los iugares donde aun no ha· penetrado la química

moderna a desbaratar las

~ec·etas

seculares.

1.

0

-Ante todo,

~el

indígena da un teñido de fondo al

tejido entero,

gene~ra1mente

un V€Tde pálido. Con este fin

t

1

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