Manco
~Capae,
en un marco de ·cinco bandas de tonos dife–
r·entes y naturales.
La déi borde exterior era
r~ta
y de un bello tono negro;
'
la segunda, blanea como un lirio; la tercera formaba un
dibujo de cuadros negros y blancos; la cuarta estaba com–
puesta de rombos grises; 1ª'
últi.mase extendía en fajas
blancas y rojizas, componlendo en total un bellísimo efecto.
El retrato imp-erial
se
destacaba al centro magnífica–
mente: los matices ·eran perfectos y el parécido extraordi–
nario. Conté las piezas,cosidas: eran más de ·ciento. .·con ocho
colores de pelo admtrablem·ente bien combinados. ·una tela
forraba ·el tapiz,_disimulando el revés de las costuras.
M·e ofreci·eron esta obra por 20 soles, 150 francos
en
aquella ·época (julio 193·9). ¡Era un regalo·!
*
Otra industria, bastante común en las montañas, es la
'
.
de sombrerería, indispensable, puesto que ambos .sexos usan
sombreros de fieltr-o de la misma forma. En la mi.sma ciu–
"dad de Ayacucho visité una de ·estas fábricas :de sombreros.
Un mestizo constitÚye todo ·el personal. Y la fábrica no
es más ·que.una pieza de cuatro metros cuadrados. Este hom–
br·e recibe las pieles de cordero en bruto y las lava ante
todo en agua fría; las amontona en ·seguida en una batea
y las deja allí durante varios días .en un·a solución de cal que
facilitará el desprendimiento de la lana.
Para desgrasarla, la hierye en agua jahonosa y después
la extiende al sol. En ·Cuanto está seca, la corta m·enuda con
un par de tij.eras grandes y la a·montona sobre una mesa.
Para desenredarla, empl·ea un arco cuya forma recuerda la
sierra de los carniceros. La cuerda está confeccionada de
cu.atro tripas de cordero torcidas, con un espa·cio de tr.einta
c·entímetros
ent~e
ella y el c-uerpo del arco·.
El obrero se coloca entonc·e.s con su
ii~.:strum
·ep.to,
verti–
cal, a diez c.entfmetros del montón de lana; tira la cuerda
hacia ·el pecho y la suelta bruscamente. Este latigazo des–
prende y arrastra consigo algunas hebr:as de lana. Estas
caen hacia .adélante, &ue1tas, desligadas y l'ista.s para ser
trab.ajadas. .
·
El indio recog.e la cantidad deseada -la costumbre hace
que pueda medir sólo al tanteo- y la distribuye en una capa
pareja, al centro de un· paño ·cuyos cuatro costados dobia en
seguida como un sobre. Hecho resto, envuelve este delgado
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