Otros dos rodillos, clavados en a.mbos extremos del ma–
dero superior del cuadro, están provistos de dos peonzas,
en las cuales una bobina hace las veees de polea. Un
co~del pasa por una de éstas, uniendo un pedal a la base de .
las laminillas; una angosta correa pasa por sobre la otra
bobina y une
~el
segundo pedal a la caña .s.upe:rior, produ–
ciendo de ·este modo un movimiento conjunto.
Aunque simple y primitivo, .este te·lar no se encuentra
comúnmente entre los quichuas. Indios y mestizos pref'ie–
ren siempr·e el sistema que antes que ellos han seguido quince
generaciones o más. Ni siqufera emplean ef marco fijo, como
los· araucanos en
ChHe,
sino dos simples bastones, como lo
describiré en seguida.
Hombre~
y mujeres practican ·el arte
de tejer.
La lana en bruto se desgrasa en agua hirviendo; las
obrera:s de las zonas temperadas m·ez.clan .al agua un poco .de
jabón, ñli·entras las del altiplano le echan ·una raíz jabonosa.
Oomo ya hemos visto, las indias hilan constantemente du–
rante sus quehaceres en la ruca, cuando se encuentran en
los campos,. de viaje o en el me:rcado.
Cuando es ·pr-ecis0 preparar la· cadeneta, emplean el sis–
tema usado en la época incaica, o bien el que tuve ocasión
de observar en la prisi-ón de Ayacucho.
Se plantan dos estacas en el suelo, a
2.50.
m. de distan–
cia y de al turas des'iguales, de
60
y
70
centímetros respec–
tivamente. Sobr.e esto se coloca una pértiga atada. con co–
rréas. Junto a cada estaca, un hombre se sienta en tierra.
Uno de ellos amarra al extremo superior de su estaca
el hilo de lana, cuyo extremo cuelga libremente, y con la
maño derecha lanza la pelota a su compañero, que la recibe
con la izquierda, la hace pasar ·por detrás de su estaca y: la
devuelve al otro artesano. Este procede en la misma forma,
pero después de ooloca.r la segunda vuelta bajo el nudo;
treil:~ta
veces la pe1ota vuela entre ·los dos · compadres, que
van amontonando los hilos uno sobre otro. El primer arte–
sano corta entonc-es la hebra de la
pe~lota
y une e·l extremo
que tiene en la
1n:aho
con e¡ del comienzo. Este tejido for–
mará, en la tela term_inada, una banda de tres centímetros
de ancho.
·
OorJ. una pelota de. otro color lÓ.s dos socios ' repiten la
Ir!i:
sr.aaoperación, y continúan así con hilos de d'iferentes
matices, hasta formar
tre~nta
bandas. Hecho esto, retiran
las estacas; .forman úna madeja con la obra terminada, y
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