doble, seg"ún desee obtener fécula negr·a o blanca. La pri–
mera es la más apreciada.
He aquí cómo se obtiene. El indio ·escoge lüs más hermo–
sos tubércul.o.s
y
los lleva a un sitio elevado
y
al descubierto,
opero al a.b'rigo de todo ra'Yo de sol. Ti,ende las patatas en
el
sue.lo,las ri-ega
y
l~as
abandona a la intemperie de esas
altur~,
donde hiela noche a noche.
l)iariamente vigila sus tubérculos,
y
en cuanto l·a piel
se eneuentra bi-en arrugada
y
la pulpa cristalina, se da por
satisfe~ho
de · su- estado de congelación.
En
.s·eguida, para
pelarlos, los aplasta eon los pie:s
y
los
expone durante varios
·días a la- acción del
sol.
Cuando están bien s•ecos
y
endure–
cidos,
lo~ -
amonto.naen una _ruea de ramas
y
los deja· allí
hasta que \los consum•e o baja a venderlos al m.ereado de
la ciudad.
La fécula blanca
se
extr~e
de una sola clase de patatas.
El indfg·ena las col
oc~
·en agua
y
a la sombra. Una vez blan–
das, las
:apl~ISta
a talonazos para
~extraer
el jugo amaDgo
y
;
las deja durante una noche en un lugar al des.cubierto, don–
de puedan recibir la helada de. la · noche. All día siguiente
se procede a la misma opera·ci-ón de ,pisoteo para extraer lo
más posible el jugo; en. seguida se las
aban·~ona
nuevamente
al frío nocturno,
y
-así hasta que -quedan reducidas a un
montón de polvo bl·anco.
El cincuenta por ciento de estas dos féculas se pr·epara
·en las co·munidades quichuas,
y
una
y
otra se comen én
sopas, ·en mazamorras
y
hasta en mermeladas.
Otros tubérculos peruanos
-oc~as,
ollucos o .mashuas–
se
someten al mismo
y
primitivo proe-edimi•ento.
,
CAPITULO II
E'L QUI·CHUA INDUSTRIAL
Obras de telar, sombrerería, curtiduría
y
cordonería
Inf·erior a sus antepasados en la perf.ección de sus obras,
·el quichua moderno tampoco los supera en
sus
métodos n1
en sus instrum·entos.- Artes e industrias no son para él una
~cuestión
de ideal, sin.o de ,pura necesidad; se dedica, pues,
a ellas con desgano, por rutina, sin principios, sin espíritu
de o.J;>servaci-ón, sin simplificar nada ni manif·estar el menor
anhelo de p:r;ogreso. Desde hace siglos los hijos sjguen cie-
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