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con ·el sudor de su freRte, está resue1to a sudar lo menos

posiole.

*

Siguiendo el e}emplo de los siglos pasados, los comuneros

ejecutan sus labor·es al mismo tiempo y ciñéndose a las cos–

tumbres ancestrales.

~ouando

el

varayoc .

de un distrito o una aldea ha deter-

- mi~.ado

la fecha, todos los habitantes de su jurisdicción se

aprestan y disponen a traba

jar en· l

a labranza. Desde el

alba, la:s

famiU~s

visten sus

·mejor.es

galas, a menudo un

poncho, una falda o un sombre

ro' flam

antes y especialmente

reservados para la ocasión; se uncen los bueyes al aTardo,

se

les adorna el yugo con cuatro banderitas y se les_rodea el

cuello de una guirnalda de hojas; en seguida todos aban–

donan las ·chozas y . los grupos festivos se dirigen a los

campos.

Apenas asoma el sol sobre la línea del horizonte, el

va–

rayoc

lo invoca en nombre de todos, y, junto con la primera

caricia del astro, da la señal para abrir el primer surco.

Por pare jas, de pie detrás de los arados, las mujeres·

entonan un yaraví en el momento en que los

buey.e~

·echan

a andar. ·EUas los siguen. Provistas unas de azada y otras

de un instrumento para romper los .terrones, las primeras

golpean l'os más grandes trozos de- tierra compacta y las se–

gundas los desmenuzan.

*

La

recole~cción

de maíz ha perdido algo de las solemnida–

des del pasado, aunque todavía es motivo de

al~e:gres

reunio–

ne:s, y no sólo entre las comunidades agrícolas, ·sino también

entre los pr:opietarios particulares, quienes, en esta ocasión,

se

ayudan mutuamente como buenos ve-cinos.

.

Ya están los hombres ·en fila al borde del campo. Obe–

deciendo a un grito estridente del jefe de los cosechadores,

todos résponden en un clamor y· se lanzan sobre las plan–

tas.: de un gülpe, y todos en cadencia, las arrancan, des–

prenden las mazorcas, las entregan a los adolescentes que

aguardan a cortos pasos, y éstos las van amontonando para

que se sequen.

Entretanto, las esposas y niñas que no ·están ocupadas en

cocinar se sientan a la sombra de un árbol

ó

arbusto; al–

gunas- tocan ·el tamboril

y

otras cantan para animar

y

ale–

grar a l()S trabajadores: "Cojamos el maíz blanco, -

que

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