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y

llorara ·en silencio! - Todo ·el mundo m·e compadec·e - a

mi, la .más amante -de las esposas.- Todos me acompañan

en mi pesar: - hombres, besti'as, pájaros y peces. - Mien–

tras dure m-i vida - seguiré tu sombra errante, - aunque

a _mi amor se opongan ...:__ e1 ·agua

y

el fuego, la tierra y el

espacio."

Por lo .general, esta$ expansiones de dolor son más bre–

ves. Citemos

las

de una huérfana: "PaT.a mí se apagó el ·sol,

-el sol que

ilumin~ba

mi existencia.-· Ya. en mi vida sólo

habrá tinieblas, - tristeza y desolaci-ón. - Desapare-ció e1

que me dió el ser, - -el padre que yo veneraba, - y este

dulc·e nombre ya no volverá'n

;a

pronunciarlo mis labios. - ·

¿Hacia dónde · volveré mis ojos? - Soy huérfana en esta

tierra, - agobiada de duelo

y

pesar. - ¡Llevadme de

es~t-e

mundo! - ¡Para qué vivo ya! - · Enterradme· en su tumba

para .unirme por lo menos a sus restos." -

Otra canta así sobre la sep1Jltura de su madre: "¡Oh

mamacita querida, me has dej.ado sola! - /Has vuelto

a

tu

patria, el cie1o.- ¿A quién confiaré mi tristeza? -He aquí

un árbol de fuertes ramas, - a él . contaré mi pena. . . ·–

Pero, ¡ay.!, no me comprende. - Su corazón es in&énsible.

- Es

que él no ha tenido madre. - ¿Contaré mi dolor a

esta roca inmensa?- ¡Ay! Elia tampoco comprende. - ·No

ha tenido madre - y tampoco tiene corazón."

Los .hombres no son menos expres

1

ivos; · escuchad

a'

éste

que llora la muerte de su padre: "Golondrina de alto vuelo,

--d-etén tus alas, r·esponde a

mi

pregunta: - ¿Dónde has

'

#

encontrado - al padre que abandonó a. su hijo? -

Lo

en-

contré - cuando entraba al cementerio. - ¿Te ha dado

algún mensaje para ml? - ¿No m·e enví:a una pal'abra si–

quiera de compasión?' - Sí; que no Hores más, ha dlcho;

- que no sufrás más por su causa, - pues ha vuelto para

.

.

siempre al seno de la tierra, - se encuentra ya en la vida

eterna. - ¡Oh, pa-dre, qué cru-el

er~es!

- ¿Por qué has de-

,

j

ado solo a tu hijo - en este valle de lágrimas, - expuesto

a los atropellos de iodos? - ¿A quién me has recomendado,

.- cuando así me abandonas? - Bien sabes que mi madre

/

ya no existe, -

y

que tú fuiste ·_mi úni-co sostén. - ¡

AJ:l,

padre·,

estrella de mi:s ojos, - mi único astro bien amado! - ¿Quién

pondrá fin a los días acfagos de mi duelo?"

Otro lanza

este

lamento sobre _la tumba de· su madre: ·

"Heme aquí a tus pies. -He venido a visitarte,- pues _no

- puedo olvidarte - ni de día ni de noche. - Cuando sueño,

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