ninguna apreciacwn de esta estructura; pero en otro lugar del citado
estudio, anota esta adverte ncia: "El número de sonidos q ue clan los
instrumentos es variable; no hemos considerado aquí los ele uno, dos,
tres
y
cuatro sonidcs, porque carecen de eficacia para nuestra demos–
u-ación" . El señor Vega no ha hablado aún ele sistemas diferentes a
la pentatonía;
y,
sólo excepcionalmente, i ntenta descubrir un a escala
octofónica preincaica.
Las antaras gue registran
escalas penla.tónicas,
son rela tivamente
numerosas. Entre ell as podemos citar aquella a la cual h acen refe–
rencia los mismos señores D'Harcourt, en la Plana XVI, N9 1 del Sup le–
mento citadc, cuya esca la correspondiente es ésta:
Primer tubo: LA
2
Sexto
D0
4
Segu ndo
R E,
1
Séptimo
RE
4
Tercer
FA
3
Octavo
FA
4
Cuarto
SOL
3
Nove no
SOL
4
Quinto
"
LA
3
Décimo
LA
4
Esta suceswn de son idos es una p entafonía neta, que p uede inter–
pretarse tanto en sentido mayor, como en menor. Las tonalid ades
resultanles son , pues. RE MENOR y FA IvlAYOR pentatón icos.
Las siguientes melodías, que son un
lmayno
d e la provincia d e
Acomayo, y una
HU1\NC.-\
ele la ele Parurc, Perú), son también corres–
pondientes al instrumento expresado, porque están ele acuer do con su
estructura. . Nótese cómo l<1s notas graves ele esta an tara tienen una
disposición especial que permita reprocluci.r con exactitud y sin n in–
guna dificultad, la introducción ele la primera melodía, y la parte
intermedia (también solamente instrumen tal) ele la segunda.
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