melódico, es la siguiente baguala que en Humahuaca me fuera dictada
por la tantas veces citada indígena María Rojas:
N~
82
lVIusicalmente esta melodía, es un solo período ele ocho compases
en la medida ele
6j8,
siendo su ritmo dominante el tribraco ele la rít–
mica griega.
La nota sobresaliente de esta cantinela consiste en que ella tiene
una admirable analogía con un antiguo yarahue del pueblo ele Livitaca,
perteneciente a
l~
provincia ele Chumbivilcas, del Cuzco, Perú, yarahue
que emplea el m1smo compás, el mismo ritmo
y,
sobre todo, las mismas
notas, pero en sentido menor, tomando por tónica la nota FA:
N~
83
Causa asombro comprobar que existe una antara auténticamente
precolombina, encontrada en Nazca (costa peruana)
y
que hoy perte–
nece_a la colección Jannckee ele Lima, como queda dicho y descripto en
la página 55, el cual instrumento lleva las mismas notas empleadas por
las dos melodías anteriores, sirviendo, por consiguiente, para ejecutar–
las sin dificultad alguna.
No terminan aquí las analogías ele que nos ocupamcs. En la mú–
sica incaica hay otra tetrafonía que consta ele tónica, tercera mayor,
quinta justa y sexta mayor. En esta escala se encuentra una Baguala
publicada por Eduardo Chaubell, y presenta el caso ele hacer una
modulación a la subdominante mayor en forma pasajera, sirviéndose
ele la sexta mayor para su realización. La melodía de referencia es la
que a continuación transcribo:
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