Una trompeta precolonial (N9 75)
,de barro cocido, que encontré
en .Poder de una indígena del pueblo de Mancura, comarca pertene–
ciente a la jurisdicción del distrito de Pomacanchi, producía hermosas
melodías trifónicas, entre ellas la que sigue:
N9 77
Pero el instrumento más valioso en cuanto atai'íc a esta materia, es
aquella antara precolombina perteneciente al Museo Argentino de
Ciencias Naturales que ha sido descripta ya en la página 51 y siguientes.
Y digo que es el más valioso porque en el viaje de exploración folklórica
que he realizado a las provincias del Norte Argentino, he encontrado
un sinnúmero de "coplas", o cantos indígenas, en uso actual, cuyas mú–
sicas corresponden automáticamente al expresado instrumento, por estar
fundadas únicamente con las tres notas que registra. Una de dichas
coplas,
captada en Humahuaca, en el mes de noviembre de
1943,
de un
muchacho campesino, de 15 ai'íos de edad, llamado Santos Vilte, es la
siguiente:
Vidita, tc'stoy queriendo,
Pero tu duei'ío está viendo:
Dale un pui'í.ado de suei'í.o,
Que se mantenga durmiendo.
Y la música que le corresponde es la que sjgue:
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N9 78
Como se ve, esta melodía es un solo período de dos compases, de
uno cada semiperiodo; el primero termina en semicadencia a la domi-
- nante, y el segundo, con cadencia perfecta a la tónica. Además, los
ritmos que se manifiestan en esta cantinela, son los tribracos y diyam–
bos gTiegcs, siendo el compás, de acuerdo ·con la estructura rítmica,
el de l2j 8.
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