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Tanto el compás, como la ton aliclatl , el modo, las cadencias y la
expresión emo tiva, son las mismas. No importa que prese nten diferen–
cias rítmicas, las cu ales en ninguna forma destruyen su parentesco.
Pero a ún h ay otro tipo ele pentafcnía in caica, poco conocido
y,
por consiguiente, exento ele vulgaridad. Obedece a la siguiente estruc–
tura: tónica, segundo grado, tercera mayor, quinta justa
y
sex ta mayor,
no ·la que se llama
sexta dóTiw
(de la cual h ablaremos más ad elante);
su característi ca principal es la carencia del séptimo grado.
Una
baguala
que me fuera confiada por el profesor Laureano
R cdríguez, cap tada por él en la quebrada de Humahuaca, en una fiesta
ele Carnaval, obedece a la mencionada es tructura. H éla aquí:
{J.
il
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T iene es ta melodía, es trecho par entesco con la siguiente tonada
captada en el pueb lo ele l\farcaconga, de la provincia cuzquefía de
Acomayo, durante una fi es ta de San Roque:
La música precolonial per ua na, presenta otra pentafonía, cuya
esca la tiene esta disposición: tóni ca, tercer gr ado, o tercera menor,
cu arta menor, quinta ju5ta y sexta menor. Esta misma escala se encuen–
tra también en la música indígena argentina norteña. La canción
siguiente, ca ptacla también por el mismo profesor Rodríguez, en el
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