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de lo cual se desprende que no se trata sino de un mismo y umco
organismo musical. Por tanto, las
mt.~icas
argentinas llamadas BA–
GUALAS, son les antiguos cantos agríc.vlas y triunfales incaicos, venidos
del Perú prehi.spánico, importados po1 las huestes incaicas que sentaron
sus reales en el territorio del Norte argentino desde la época del Inca
Yupanqui. Este hecho lo testifica
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confirma el gran cronista indio
Huamán Poma de Ayala, en la cita a que hice referencia anteriormente.
Empero, Gómez Carrillo, en
el
..::omentario respectivo que acompaña
a la expresada canción indígena mgentina, manifiesta que: "Este canto
ha sido tomado en las chicherías (casa donde se vende chicha) de
Tilcara (Jujuy) , y es muy común este género en todo el valle de Huma–
huaca y en los ' 'alles calchaquíes. A estos pocos compases se les suele
aplicar infinidad ele coplas, ya seau de carácter serio o sentim-ental, ya
ele carácter jocoso o burlesco Hay mucha variedad ele cantos de esta
índole, pero no sale de los tn s sonidos del acorde perfecto mayor, por
lo que parecen un derivado ele los toques ele guerra de Jos clarines espa–
ñoles, en la época de la conquista. Con los ocho compases transcriptos
las Coyas, suelen pasarse ca11tando versos durante largas horas y aún
días enteros."
Por su parte, Arturo Schianca en su "Historia de la Música Argen–
tina", coincide absolutamente con esta opinión y añade: "La baguala
ha tomado su inspiración musical de los distintos toques ele clarines
de los antiguos trompetas ae las bandas lisas del Ejército y de las fanfa–
rras ele la artillería y caballería, las que con su música de titmo lento
y triste ejecutada con canto solo, haciendo dos, tres o cuatro voces en
conjunto, con notas largas, clan la impresión de oír casi una marcha
fúnebre, cuyo conjunto mdodioso produce una doble sensación, una
porque la música la ejecu tan los instrumentos ele vientc, como ser
clarines, trompetas, cornetines ele llaves, etc., etc., siendo su objeto
principal, la acción emotiva por medio del oído; la otra sensación es
ele orden visual debido a la contemplación ele los infantes, jinetes en
formación que marchando solemnemente, despiertan en el espectador,
sentimientos ele ardor patriótico, a la vez que afición a la música."
Más adelante continúa: "Los troperos de entonces solían transportar
los productos del año desde Cafayate a la ciudad de Salta, caso que
actualmente no realizan en la misma forma . Por la conocida topografía
de esas regiones, muy accidentada, la tropa iba con los carros carga–
dos, en hileras, teniendo que pasar por senderos angostos, e ir repechando
la montaña entre curvas peligrosas. Con el fin de hacer segura su
marcha, un hombre montado en una mula precedía los carros a cierta
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