~
BOLIVIA
dar una Misión cuaresmal a Aiquile, Mizque
y
Totora. Se trasladó a Sucre, de allí a Padilla
-antiguamente denominada Laguna-, don–
de pensaba fundar un convento hospicio pa–
ra las Misiones de la provincia de Sauces
y
Cordillera , que habían de restaurarse¡ conti–
nuó su visita, no obstante haber enfermado
en la Laguna, a las antiguas Misiones y todo
el territorio del Colegio de Tarija, recorrien–
do desde la de Acero hasta la de Salinas, don–
de descansó algunos días recuperando su.
quebrantada salud¡ se dispuso para terminar
su jornada a caminar a Tarija, muy enfermo,
aunque con la esperanza de aliviarse total–
mente en el Colegio, y en la cuesta de Men–
doza, a unas catorce leguas de Tarija , apeado
de su cabalgadura, auxiliado por su secretario
y
rodeado de algunos neófiros de Salinas, de–
jó esta vida terrena por la eterna el
11
agos~
to 1838.
Dos años y nueve días antes había escrito
en Cádiz el padre Herrero estas proféticas
palabras:
•Protesto no descansaré hasta que
logr~
motir entre aquellos mis pobres neófi–
tos; porque creo que·para mí será este uno
de los favores más grandes que pueda recibir
en este mundo, y una de las pruebas más evi–
dentes de los misericordias del Señor para
conmigo•.
Se cumplieron sus deseos y pro–
testas, y los sencillos neófitos cargaron con su
cuerpo trasladándolo a Tarija, donde fué en–
terrado, entre lágrimas de sus hermanos y
súbditos, el 14 agosto 1838.
No obstante sus proyectos de realizar otro
viaje a Europa para recolecta-r más misione–
ros, los conducidos por el padre Herrero en
sus dos expediciones fLteron suficientes para
la restauración
y
magnífico resurgir de la vi–
da mistonero-franciscana en Chile. Perú y
principalmen~e
en Bolivia.
NOTAS
(Jo)
Tolo•
los cronistas de los Colegios de Bo–
livia le consagran un capítulo y casi todos están pla–
giados de errores. Ni pretendemos con lo que sigue
corregirlo•, ni poseemos documentos 1uficíentes para
dar a conocer la vida intensamente apostólica y fran–
ciscanamente fecunda del P. Herrero. Bien merece la
pena de aáotar toda la documentación de los Archi-
vos confeccionando un estudio serio sobre la valiosa
personalidad del P. Herrero.
Su
Partida Pa"rroquial de Nacimiento,
amable–
mente ofrecida por
D. ]osé María
Del~ado
Villaes–
cusa, Cura Regente de la de Sto. Tomás Apóstol de
• Arnedo (a quien testimoniamos nuestro cordial agra–
decimiento), es como sigue:
«Francisco Xavier Satur–
nino
Andrés Herrero y Heras.-En
la ciudad de Ar–
nedo a dos del mes de Diciembre de mil setecientos y
ochenta
y
tres años, yo D.
]osé
Severino Gómez, Pres–
bítero y Theniente de Cura de la Parroquial de Santo
Tomás de ella bapticé solemnemente e unjí con los
Stos. Oleos a un niño que nació día veinte y nuebe de
Noviembre.dedicho año
~
las cuatro y media de la
~añana
(según declaración de la Comadre) y le puse
por nombre Franc.
0
Xavier S aturnino Andrés hijo
lexitimo de Dn. Andrés Herre ·o y Dña. Clara de ·ias
Heras: Abuelos · paternos D n.
J osef Herrero
y
Dña. Maria Mrnz de Quel: Maternos· Dn. Manuel de
las Heras y Dña. Josefa Y abalo, todos naturales
y
vecinos de esta dicha ciud.._d . Padrinos don J uachin de
las Heras y Casilda Herrero a quien advertí el paren–
tesco espiritual y demás obligaciones que contrajeron,
y para que conste lo ttrmo ut supra-Don ]osef Se–
verino Gomez y Pasqual (R.ubricado)•-E.s copia fiel
y exacta del original... D.
]osé
M.a Delgado (Rubri–
cado)•.
Se encuentra en el
Libro Quinto de
Ba~tizado$,
al
lolio
42,
de dicha Parroquia.
(31)
Cf.
P. Sanz,
Me111oria ...• 121-24, .fechada en
Tinendo al 27-jun. 81S. PJ:ocuraremos -utilizar siem–
pre noticias autobiográficas.
(32) Cf.
P. Sanz, Meriaoria .. .,
127 y
s.
Fueron dos
viajes en los años 1818 y 1819.
(33)
Cf.
ACB.,
1 (1909) 326; al final dice:
«Da–
das
en
nue$tro Apostólico
Cole~io
de
Moque~ua,
a 11
septiembre de 1820.-Fr. Andrés Herrero, Comisario
Prefecto de Misiones .-P.
M .
D.
S.
P .
R.
Fr.
Mi~uel
de S. Buenaventuu Cbávez, Pro-Secretario· ....
(34)
Cf.
P . Sanz, Memoria ...,
128-31.
(3S)
Ibídem,
92. Ya en la primera visita del año
1821 el P. Herrero, como Prefecto, condujo a estas Mi–
siones de la Paz
«(entre otru
~osu) al~unos
instru–
mentos de música, do• maestros
y
varios aprendices,
porción de ropas,
como
frazadas, bayetaa, libros,
imá~enes
y otras muchas menudencias necesaria•
a
las misiones»
cf.
P.
Sanz. Memoria.. ,, 129.
(~6)
Cf.
Verdad y Vida,
1.(1943),
40
nota 79,
eri
nuestro art.
San Francisco el Grande de Madrid,
Centro irradiador de Hispanidatl.
(37)
Cf.
Epi•tola Encyclica ad fratres ommes de
Observantia S. P. N. Francisci,
Romae, t834; al
re–
petir •u seáundo viaje la reimprimió en Gadea (Cádi.z)
18~6,
también en latín. De su segunda Carta (escrita