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Ltls Curaciones por las Fuerzas del Espíritu.

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.11

lIay, rosas y él mismo se las coloca en la boca. M¡as,tica

al~uras hoj~s

de coca y pone

s.l~s

man os sobre los hombros del enfermo, como quién pr.actica los "Pilses",

di<;i~nd?le

suave,.

men te al oído las

si~ien

tes frases:

Maytam chaita rinque;

tutayacc huasita;

Mana intipipchayasccanta;

Mana yacupsccasccanta;

ama manchariychu

Cuticamuy, mamayquim

t ayta y quim llaquicu n.

o

lo que es lo mismo. "A que vás a esa mansi6n oscura, de d60de no lleg,a el sol,

donde no existe el agua! R egrésate! No te asustes! Tus padres sienten pena".

La invocaci6n del espíritu de! en fermo por ésta oraci6n psicoterápica, es decisiva.

No se utiliza el sueño hipn6tico. E l enfermo es sugestionado yen plena vigilia va a benefi–

ciarse de es ta curaci6n psíquica.

Si como sostiene Freud, lo primero que se nos presen ta es e! espíri tu del en fermo,

16gicamen te habr á mayores facilidades para ej ercer la acci6n psicoterápica y aún más en

el ca o de la mentalidad primitiva, que como acabamos de ver, es sensible a los variados

procedimientos de sugesti6n. En la edades prel6gicas o intuitivas de la humanidad, es cuan–

do se desarrollan conflictos como el de conserv aci6n y actividades captativas, así como

el impulso sexu al. Predomina el psíquismo inconsc ien te sobre el con cien te . La sugesti6n

directa la vemos muchas veces. En la palabra su ase ria del hampicamayoc, del hechi–

cero, sin in termedio de medicamen t os o de amuletos, ha precedido a la acci6n psicoterápi–

ca, una fuerte elaboraci6n in tra-psíqu ica en el enfermo. La fuerza persuasiva del hechi–

cero y la receptividad curativa del enfermo, hacen que sea rápido el resultado: lacuraci6n.

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tod o ocur re en la medicina incaic a, de dominio mágico a preparar esta receptividade des–

de el temor, la espectativa, los ri t os, etc, a los que se añade, en forma incon troverti ble, la

infalibi lidad del arte sugestionador del curandero, que no admite fracasos. Muchas veces,

añade, como hemos visto, para producir efecto sugestivo, una oraci6n psicoterápica, co–

mo las descritas por Olano. El Ccayápuy es pues una sugesti6n directa, en qu e el curande–

ro, hablando en fr ases cariñcsas: " No te asustes", " Ven a curar

y

devolver, compadecién–

dote de nosotros", etc, que forman un ligamen afectivo, en que e! médico logra la tran sfe–

rencia afectiva, como se practica en

el

método clásico de Cloué.

A pesar de que las fuerzas sugestivas, hay an sido consider ad as por mucho tiempo

como algo misterioso, el proceso de suges i6n obedece a cánones cien t!ficos bien definidos.

Del ugesti onador, pasa al suj eto suges ionabl e, una idea , un a in t enci6n y ésta toma po–

~si6n

d el último, en trando a la categoría d e "creencia o conaci6n decidida "(Mira). Más,

en ausencia d el sugestionadc r, se obt iene el mismo remltad , o sea la ácci6n sugestiona-