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Curacion !s por
l~s
fuerzas d!l Espíritu.
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Consecuencia de estos síntomas, tanto de la prolongaci6n del ayuno riguroso, como
del
uso y abuso de los estupefacientes e ilusi6genos : chicha, coca, daturas, etc.
Deahí también, que la hu aca, cosa sagrada a tabú, pudiera incorporarse al es–
píritu de los indios, constituyendo los "poseídos por las huaca ", o hu acaneur o–
si s, de q ue después
habl arem~s.
Todos estos h ec hicer os o magos, h an ejercido como dice Bilb y, una s u–
prema influencia psíquica, no sie ndo exagerado decir, que tienen en su mano la
vida de cada hombre. Pero, principalmente son artistas que explotan la gran d6-
sis de credulidad de la masa, u sa ndo de cier tos artificio s para eje rcitar su arte.
I gnorantes y presuntu osos, se valen de esta misma credulidad y de la f alta del es–
pí ri tu de crí tica del pri mi ti vo, hacien do creer a los en fer mos, que es tán hechiza–
dos por sus enemigos y que ellos poseen "la contrayerba, y cogiendo las primeras
que topan, las aplican, y h azen o tr OS embute fin fundamento a fin de ganar pa–
r a paffar la vida ... . "
(1).
Los pontífices y hechiceros, Ccamascas o soncoyoc, jampecc o hampic a–
mayoc, ejercitaron el arte terapéutico valiéndose d e la fuerza "divina" de su sa–
cerdocio, y de la creencia resignada de lo enfermos. Comenzaremos por exami–
nar este
psicoterapeuta intuitivo,
que es el curandero indio. El orígen de su arte,
{;omo nemos visto, nace en forma sobrenatural, se les aparece "entr e sueños".
E te don es p ropio para ejercitar la psicote rapia . S u arte nace pues, empírica–
mente, como por obra de enca nt amiento; y no tiene ese amp li o y profundo cono–
cimiento humano, propio del p icoterapeuta moderno. Polo de Ondegardo di–
ce: "También ha y indios que curan enfe rmed ades, assi hombres como mugeres,
que se llaman Cc as mascas o Son coy oc
y
no hazen cura que no proceda sacrificio
y suert es,
y
dizen es t os que entre sueños se les di6 el oficio de cur ar apa reciendo–
seles alguna persona que se dolía de su nece sidad, y que les di6 tal poder. Yassi
siempre que curan haz en sac rifi cio a esta persona que dizen se les paresci6 entre
sueños y que les enseñ6 el modo de curar y los instrumento del\o".
Mo lina, por su parte, ag rega (2):" Auia otros llamados Ccamascas, los . ua–
le decian que aquella gracia y uirtud que tenían los vnos la auia n recibido del
trueno, diciendo que quando algu n ra yo caya y quedaba alguno atemorizad o,
despues de vuelto en i deci a que el trueno haui a mostrado aquel arte, ora fue e
de curar con ye ru as, ora fuese de da r su respuestas en las cosas que se les pre–
g unt auan. Y ass i mismo quando alg un o se escapa u a de algun rio o peligro grande
se les parecia el demonio; y los que queria que curase co n yeruas se les mos–
traua, de a donde ha procedido a auer muchos indio grande heru olari os".
(1).-
PE-A MONTENEGRO, ALON o DE
LA.-Itinerario para parrochas de Indios
Amberes, 1668.
(2).-
MOLINA, LAS eRO leAS DE
Los.-Lima, 191-3.