Las Curaciones por las fuerza s del Espíritu.
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vaclon y la experiencia, y aún estas mismas, como lo afirma Hip6crates, son fa–
laces, n'o tienen el clima propicio para su fácil desarrollo. Apénas si tenían cono–
-cimientos m,;,destos de matemáticas y de astronomía; de botánica y algo de far–
macopea. Estos últimos, derivaban del conocimiento empírico de la acci6n de
ciertos jugos de plantas o de sus cocimientos. Por eso,
el
estado de la medici–
na tiene que ser rudimentario, "enterament'e empírica, como dice I!.avo:rería,apar–
te las extravagancias de la taumaturgia, fundada como estaba, en s610 la obser–
vaci6n y
conocimient~
de las virtudes de ciertas sustancias
y
de ciertos procedi –
mientos curativos" (1) .
y
este arte de curar, de orígen divino en la le yenda incana, conservado ce–
losamente por cierta casta de sacerdotes, H ampica mayocc, Jampecc, Maicsa,
Cama.sccas, con todo el formuli smo de los magos y taumaturgos, constituía t oda
la medicina incaica.
PSICOLOGIA DEL HOMBRE PRIMITIVO.
La psicologí a del hombre primitivo, gira alrededor de la idea de partlcipa–
ci6n. Aún no se h a n desarrollado en él, las funciones abs tr ac'tas y discriminati–
vas y vive en un pro fund o "se ntimiento de comunidad vital", inde.ntificándose
co n el cl a n y el totem. Es una compenetraci6n del hombre con
el
cosmos, vibra–
ci6n del cos mos, representada por el ritmo de las músicas mon6tona s y las danzas
sagradas. H ay e n
el
hombr e primitivo, un sentimi en to de lo c6smico, de lo uni–
versal.
La mentalid ad de es t e h om br e, difiere fund ament almente de la del hombre
a ctual. En aq uell os, confo rm e h an precisado los psic610gos, entre es t os, Levy–
~ruhl,
existe el es t ado p'r e- 16gico. El primitivo confiere valor a las representacio–
ne's colectivas, a las id eas y creencias comunes del pueblo, que para él son ver–
dades inconcu sas,. No se detiene a a naliza rl as. Su es píritu está dominado por la
magia. El hombre debiera ser inmor tal,
y
la enfermedad, como los accidentes,
SOln p;oducidos por espíritus malignos. Todo estilo sometido al capricho o
~
a caso.
En todo está la participaci6n mística.
El hombre primitivo, como dice Freud (2), puebla s u mundo de un infinito
número de s'eres espiritua'les, b enéficos o maléficos. A est'os atribuyen l a causa
de todos sus biene's o sus males. Porque les creen dotados de animaci6n, cualida-
(1)
.-LAVORERIA, DAN'IELE.-EI
arte de curar entre 10J antiguos p eruanos. Ana/es
uni versitarios. Lima, 1901.
(2)
.-FREUD,
SIGMUND.-Totem
y
Tabu . Santiago -Chile, 1936.