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CARLO$ CAMINO CALDERON
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'
y
verás que
constit~tye
la ' mejor¡ herencia q'ue puedo legar-·
té
1-.
Pero pasó' rnhcho tiempo, y Panchita no ·había visto
el galardón de la patria! ...
Llegó~
año de '1833. Unánue -rodeado de sus hi–
jos y casi ciego "de tanto mirar al cielo"-
. agonizaba en su
casa de la calle del Lechugal, después de ha:ber pasado por
el dolor de perder a su es.posa y a su hijo Germán.
' La América, escandalizada, había visto producirse una
g,uerra entre el Perú y Colombia. Bolívar, proscrito y' mal–
decido, había muerto
eh
Santa Marta exclamando qué había
arado en el mar. : San Martín -exilado .por su propia vo–
luntad- diariamente recorría muchos kilómetros a pie, para
ir a una mesa redonda donde estaba pemsionado,
y
donde po–
día leer' de balde los periódjcos .. '.
Todo crújih !
odo se de rnorona a! La obra
:realizad~
c:on tantos sacrificios, vadlal5a!
Y
el F:risto de la Agonía,
a.
ta
cabecera de unánue, abría aún
ni.ássus brazos ae marfil
torno preparándose
para
recoger e
l alma que ya visÍú braba
iós resplcúadores del cielo! .. ·.
Y
la
Asunción
del divino Mo–
rales, sonreía más dttkemente
y lab~'ía
su manto de cobalto,
para .envolver en 'sus pliegues al justo entre los justos, y em-
prender
e1
vuelo!.
·
·
' '
' '
'
· ·
·
· Erl
un
postrer esfuerzo,
ei
moribundo llamó
a
Panchi–
ta
y
entregándole 'una <:arta que había hecho '
s~parar
entre
sus papeles, le dijo:
-Este es el galardón de
1
la Patria'!–
Con los
ojo~
nublados por el llanto, Panchita Unánue
leyó:
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"Antes,
lal:iora
y'
c.ukndo no
t~~g~
'mas destjno que
.el"
"de un par'tiéular ; digo ·
y
diré
q~e
el
viejo honradí-"
" irno
y
virtt¡osísi¡nd .Únánue·, es 'uno de los consue–
"los' que 'lie 'tenido
d.utant~ '·rn'i
administración".
I'CIGua.rde' Ud. este testimonio sencillo
,Y
veraz no"
"porque Ud. lo n'eéesite sino porque sus hijos sepan"
u
el honrado padre ' a que
pertenecen~,
y del que era, es"
"y será, y tendrá honor en serlo, su mejor amigo".
SAN MARTIN".