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DICCIONARJO FOLKLORICO DEL PERU
.
.
~
huerta borra
1
Cha de
mad'resel~as;·
las rós'as
y
.margaritas que
·
~olocaba ~I!~e
1
~a .t;4sun.~~9~~- ~1 . rnar~v~l~<;>_S() ,li~~9
..
de~; -~~viJ;!o
Mo~~f~s q1;1~ .
F¡eJnandq
yr,r
~~ ops~q!lm~a
en
~gr_ade~m~~entq
a
lo~
valiqsos
d~t_os ,
9.1.1e
.el ,
peru~t;ro
le
c).i~ra ~obre
l.a?
c,olqní~s
.
d~ f\.~~~ica:
T:i
Saq~~ mq~ .
q1¡te
t~doH .
mis
ministros!~ 1~
había dicho el
rey
1
ef!treg~ndol~
e\ cuadr() que
Unántl~
,había ·
v.ref~rido.
,al título de_1119-rqués del Sol. . .
.
1
'
.
•
Ta~bi~n
1
~ra . J?F.-n~h~tiiJll-~ ctu~ -~~ }1~qía
servido de plurna-
·ria
Cl¡l<;t~d<?. e~cribíé.!-, ':~a
Vuelta
a,
~a
1
V~da
.del Ptmp.o", "Mi
Retir.o" )[ el
tra,~ajo ~o~re .~os te_mb~ores..
Y como si eso no
fu~ra
basta11te,
~a?chita
erfl la
qu~
cuidaba de su ropa
.y
de
s~1~ . aíip1evt9~; 1~
9u.e, !l;Onía ,et¡t ,orden sus
~ibros
Y.
.Pa'P.ele?; la
que limpiaba sus instrumentos de Astronomía. . . Y a la
~qra
1
d~l
Latín, mientras Rosa soñaba
·C0!-1
el ,máte de frejo–
i~s
colado¡; que le llevarían las. neg.r.a,s de Cañete.Viejo, .Pan-
·chita 'era ' la que me]or sabía las "Declinaciones",
y
la que
qej'or
t
aducía el "De Viris
Yllu?tribu~
Urbis
Romae~'.
· Finalt;Rente al sentarse frente al clavesino, Panchita
era la
e más experta digitación,
y
la que mejor interpreta- _
ba el "Somos ,ibres !''
y
el "Salve! Salve, cantaba María!".
L
ernura
y
el cuidado de la abpegada hija, eran lar–
gamente recompensados
por
el prócer haciendo a la niña la
depositaria de toda su confianza. Y en las tardes dotad<l¡_s
~~
tranquilas de Cañete -bajo la galería del corredor sosteni–
da por columnas dór:icas --entre un apólogo de Jesus
y
una
ff.tbula de Esopo, le refería loe: más culminantes hechos de
su carrera públi-ca,
y
las congojas que atribulaban su alma.
De esa manera, poco a poco fué germinando en Pan–
chita Unánue un sentimiento en el que la admiración
y
el res–
peto hacia
el
tremendo forjador de la nacionalidad, se mez–
cl~ba
con
el
rencor
y
el des•precio hacia sus gratuitos ene–
nngos . ..
Una tarde en que Unánue echaba migas de .pan
a
los
pich-ichíos
que llegaban hasta
el
corredor,
y
rememoraba sus
e-sfuerzos para crear las finanzas del país, Panchita -que
lo escuchaba embebecida- aventuró una pregunta:
- ¿Cuál
ha sido el galardón de la patria por tanto tmbajo
r- .
-¡Ya te lo mostraré algún dúi
-respondió el sabio-