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N

Cuzco

se

contaban hasta 340

h~ac.a

(1). No quiere decir

est9, sin .embargo, ·que las conceppiones fuesen puramente

materiales. Lejos de -eso, los indios admitían, como Platón,

que toda -cosa creada tiene su ·esencia espiritual; hasta re–

presentaban ·este arquetipo por medio ·d·e imágenes groseras,

que ·eran objeto de su

veneración~

'la esencia del maíz

y

la

esencia de la ·llama ocupaban el primer lugar en este cul–

to (2). La

élite

creía -en un ser

su~remo

abstracto: Pachacá–

mac; -ella sabia que el espíritu cr.eador no podía ser r·epre–

sentado bajo foOrma visible ·Y conQebía el elemento divino

como irreductible para el hombre (3) .

D.e ·ese fundamento religioso sacaba la ley

su

poder (4).

L~

ley era

'la

voluntad del inca; no 'tenía, por consiguiente,

ningún elemento de estabilidad -en sí misma, pero el nota–

ble espíri u de

1

Continuid d qu

emostraron los soberanos

suplía

l~a

au ·

tex

u

1

defes seguía

tan perfecta

(1) Morua, "Historia", p. 20.

soberanos

es–

ardianes de los

(2) Markham,

"The Incas oj Peru",

cap. 8. Los indios pensaban que

una fuerza cósmica universal penetraría todo el universo

y

se ·acumu–

laba en ciertos O'bjetos, que se volvian entonces

huaca

(Capit~Ii,

"J,es

huacas des tombes péruviennes' ', "21.e Congres lnternationál des Amé–

ricanistes".

Goteborg, 1924).

(3) El elemento espiritual parece ser,--sobre todo, un _aporte de la

civiliza.ción de los ohimúes. Beuchat imagina· que el di·QS Viracocha, ori–

ginario del país ailnará,

y

el dios Pachacám'Sic, originario de l¡:t CO$ta, to–

maron lugar simplemente al lado del sol, . como las otras divinidades de

las naciones conquistadas

("Manuel",

p.

6~6).

Por el contrario, . Mark–

h-am ·estima que tPacha.cámac

f:Qfl'nló

p.a.rte de la religión de · los incas

(Introducción a

"Reports on the discovery of Peru"

Londres, 1872).

La 'inte¡opreta.ción que damos al textJo parece la

má.s

verosímil da.d.a la

diferencia de facultad de· comprensión que existía entre la

éli...te instqtída

y la m·asa ig

norante.

No es uno de los menores méritos de los incas

haber seguido

siemp.re

la eso'uela de los vencidos. Tomaron mucho, de&-–

de el punto

de vista

material, del reino de Quito:

tomaron también

'bastante quizá, •desde el punrto de v.ista espiritual. del I"eino d:e los chimúes.

(4) "Entre los griegos

y

los romanos, como entre los 11indúes, la ley

fué ante todo una parte de la religió-n" .. F. de Coulanges,

"La Cité An·

tique",

4.a edic. París, 1872, p. 22-1.

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