EL
IMPERIO SOCJAf.ISTA DE LOS
INCAS
tir la
subs~ten·cia
de·-
un pu-eblo en tales condiciones. Gran
error seria, sin .duda, eL creer, con 'los marxistas, que los fac–
tores
económico~
lo explican todo: porqu'e la época turbu–
lenta que
sobre~ino
a la desaparición de "la civilización
d~
Tiahuanaco habr·ia prodido prolongarse; ·el exc·edente. de po-
.
'
blación, desaparec,er en guerras · intestinas o a conse·cuencig,
de hambrunas multiplicadas,
y
los españoles habrían en–
contrado todó' el .país en
el
~stado
en que hal'laron las
cos~
ta$ del Darien · o de la Nuev.a
·Granad~.
Pero, desde ·el mo–
mento en
que
se afirmaba un jefe intelig·ente
y
ambi·cioso,
tenía que comenzar la. lucha contra la natur·aleza.
La
pre–
sión de la población sobre los medios de subsistencia ha si–
do uno. d·e _los ·elementos determinantes de la política pe–
ruana,
y
'la se
timus
·ac uar a través d·e todas las fases del
drama que re
1
·o·teca
nacional ·
d
1
p
rú
•
(1) Actualmente la superflclé de las t -ierras· se,mbTadas en el d·e–
partamento de Cajamarca cubre 51,250 hectáreas, de las cuales 38,600 es–
tán asl·gnada.s al cult11Vo del trtgo en una
su~icie
total de 3. 248. 000
hectáreas; en el departamento del Cuzco, la primera de estas cifras'
no sobrepasa de 22,825 hectáreas, sobre un
total
de 14,434.400 hectáreas;
y,
finalmente, en el departamento de Apurlmac, 2,338 hectáre·as· solal;Xlen–
te
están sembradas sobre más de 2 millones. · ("Extracto estadístico del
Perú", Lima, 1924). Se ve cuán reducida es todavía en nuestros días la.
extensión de las :tJieiTaS cUltivadas.
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lmperlo.-8
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