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EST ·AMPAS HUANCAVELICANAS
Desde lejos estoy viniendo
cargando paja de la puna
he llegado a mi redil
por que¡:er a mis carneros:
como hoy para 'cantar,
como ahora para tomar,
como hoy para llorar ...
A las doce del día se sientan alrededor de un a mesa y en–
tre ellos nombran un mayordomo, que recae en la persona que
conoce más el lugar. Este distribuye un puñado de coca entre
todos los asistentes, diciéndoles que son sus pástores y que
se va a realizar el "Quintoy-coca". En sus respecilivos asientos
las personas que han recibido la coca se afanan en escoger las
hojas sanas ya sean chicas o grandes: estas represeritan
lo~
carneros que han recibido del dueño, aquellas representan las
crías.
Después de un momento, el mayordomo solicita Ja devo–
lución de las hojas, por orden de edad, produciéndose un in–
teresante diálogo:
, frl.ayordofno:
Pachac uhuisniytam jorjaiqui, michinayqui–
paj, yupaycamuhuay lliµta, miraynintahuan, mana llullacus–
pa, mana suacuspa.
Pastor: Caija taitay: joycuhuaranqui pachac paya uhuis–
cunata, yupaycapusjaiqui: huc chunca, iscay chunca . .. Pa–
chac. Mirainin caija: huc chunca, iscay chunca . .. Pac;h ac.
Traducción:
Mayordomo:·
Cien ovejas t.e he' dado para que pastes, cuén–
tame todo con sus crías, sin mentir y sin.robar.
Pastor:
Aquí está, patrón: me diste cien de tus más viejas
ovejas, ahora te las devuelvo : diez, veinte ... cien. Y sus crías
son: diez, veinte ... cien.
La cuenta se hace por r epresentación, con la sig·n lficación
de una hoja de coca por diez unidades de ovejas. El mayordo–
mo le premia por cada cien ovejas de aumen to una copa de
aguardiente y un mate de chicha, y las hojas de coca se colocan