1
84
"la unción de grasa de paloma mediana" o ''la cataplasma
de
guano
de paloma con unto sin sal". Con él mismo objeto se usa, también
con excelentes resultados, "la grasa de la riñonada del cabrito o
de la lagartija (Teiusbuteo swai inson bg) o (Acrantus-viridis?) ".
Todos estos remedios tienen 'por objeto ablandar la superficie
callosa, tornándola más insensible y elástica. En cuanto a las pa–
lomas de que se sacan los productos que h'emos mencionado, no
tienen, a nuestro modo de ver, otra acción terapéutica que la de
ayudar con su inocencia a hacer más inocente el remedio.
.
LA CANCHA
En la gran variedad de eflorescencias maculares de la piel, sólo
una, la ptiriasis alba,. tiene una designación específica, conocién–
dosela con el nombre de "cancha", que en quichua significa lugar
abierto, despejado, con
luz, o
algo así.
t'»l.-~!iffl-'~'e
nrarse comprimiendo contra la. zona afee–
era; la
Efle se
uita luego, repitiéndose
t
u
l
t
B.
las escamas fur-
a a cera y desapa-
rezca
sa que la caracteriza.
ús
de hediondilla (Cestrum
odo que ''el sudor
, ''el
orín e
vaca negra
o
'el a midón con vinagre''.
Otra rece a curiosa es la que aconseja ''moler
ei
ladrillo, mez–
clando el polvo con jugo de limón''. Dicen que este procedimiento
tiene la ventaja de servir también para el pronóstico ya que si ''la
cancha arde con esta untura es que va a sanar".
En algunos puntos de la provincia ribereños a los ríos, se em–
plea la "hoja de la jarilla pisada" en aplicaciones directas sobre la
piel. La "jarilla" (Larrea divaricata) es una .planta muy difun–
dida en la campaña santiagueña y posee resinas y saponinas.
úsase también la ''babaza· o mucílago de quimili'' mezclada a
la clara de huevo (Vicente Paz) y el ''agua de zarzaparrilla (Smi–
lax campestris) ".
No queremos terminar sin recordar la creencia popular de que la
saliva del guanaco
(Lama glama guanacus) produce esta enfer–
medad, así como la particularidad de que. dicho animal no yerra
su salivazo en la cara del que le molesta.