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en virtud de la cual, "un remedio era aplicado por motivo de algu–

na supuesta semejanza en forma o color con la enfermedad''.

Después de lo que hemos dicho

&

podemos, con derecho, hablar de

la ignorancia

popular· ~

Sí, pero no olvidemos que esa "ignorancia"

ha sido el .fundamento de la ' ' Finseterapia'' actual (

1 ) .

XIII

En un folleto que teng(} ante mi vista, titulado:

Colección comP'le–

ta

1/

de

recetas

11

del célebr(?)

11

doctor Mandouti

11

cuarta edi–

ción

11

Buenos Aires

11

Imprenta Argentina

11

Calle de la U1Jiver–

sidad Num.

37

11

1837,

encuentro la prueba absoluta de la ya sufi–

cientemente aclar ada influencia de la medicina española de los si...

glos XVI

y

XVII sobre la medicina popular actual. En general

pudo asegurarse la exi:;;tencia de esta relación, pero faltaba el testi–

monio irrecusable

g_m

luz que nos hiciera ver diáfaria–

meirte el vínculo entre una

y

otra; este ol

:e~o

no la ofrece.

El doctor

J

u n

.

ll~.~u..·

lapio", era natu al

ritu aventurero, lle!!."M".._,.;

Bajo Perú ''dejando

En este peq eñ

(1)

"Otra obs vación anáJo a a 1 <lel "mangle rojo" he hecho con res–

pecto a la viruela, y aunque sea .por simple curiosidad creo pertinente dejar

constancia de ella. Cuando un enfermo del terrible mal se halla en camino de

convalecencia, euando las pústulas comienzan a secar, los indios acostumbran

cubrir éstas con una sustancia vegetal llamada ' ' achotl ' '' · .Se extrae de la planta

del mismo nombr-e y es una especi'e de crema oleaginosa de un hermoso color

púrpura, cuyo uso principal es como colorante a la vez que condimento en la

confección de ciertas comidas. No posee esta materia condiciones vulnerarias,

ni desinfectantes,

y,

su aplicación, según manifiestan los aborígenes, no tiene

otro objeto que impedir que las viruelas dejen señales muy marcadas. Esto me

haca recordar el procedimiento fototerápico de Finsen que prescribía, con esa

misma finalidad, tener en el cuarto del enfermo cristales rojos en las ventanas·

y

usar lámparas del mismo color, as·egurando que la acción de éste daba el :rp.ismo

efecto que el que los indios persiguen con el '' aehotl''

(MÁXIMO SoTio-HALL,

Breves apuntes sobre la medicina, la oirugia, la higiene y la tera.péutioa entre

los mayas,

1939,

págs.

17

y

18).

Gastón Gruls observó ' 'la marcada predilección de las mujeres brasileñas

por lo encarnado". Comentando dicha modalidad Gil'berto Freyre, dice: "Se

trata da una -costumbre mística de protección o de pro-f ilaxis del individuó con–

tra espíritus o nocivas influencias'', el cual autor cita, luego la siguiente copla

popular: "Las tejas de tu techado - rojas son, tienen virtud - pasé enfermo

bajo de ellas - y me dieron la salud".

(Casagrande

y

senzala,

227, t. I).