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pinazo de víboras y ponerla sobre él, que poco a poco le consumirá",
ya que
LIZÁRRAGA,
que anduvo por estas tierras con anterioridad,
decía en su :
Descripción colonial:
''el remedio experimentado es
atarse a la garganta una o dos cabezas de víboras y con esto se re–
suelven''. Anotamos la duda y seguimos adelante. Para la jaqueca,
la medicina popular y Mandouti emplean la misma fórmula. Dice
éste último a propósito de la jaqueca: ''Toma una naranja agria,
·pártela por
l~
mitad, esprímela dejándole un poco de zumo y frita
con aceite ponla en las sienes tan caliente cuanto la puedas sufrir".
Los ''lamparones'' son las ulceraciones escrofulosas que revisten
un carácter supurativo y un curso crónico, y cuya curación, ase–
gura (
?)
la medicina popular se obtiene con la aplicación de
"una torta de harina de trigo y orina de
muj~r
encinta". Pues bien,
par& el mismo mal, Mandouti aconseja: ''Toma orines de .muger pre–
fiada ; mézclalos con harina de' trigo y has una tortilla y ponla al
rescoldo,
y
despues de hecha ponla sobre el lamparon, sino tiene
·materia ... ' '
Conti
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al de or1
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SI
uer
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' , Mru;tdouti emplea
r-as:-&ls-wr.,
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bo1la blanca picada
pu~sta
al sereno en una
taza de vino'', que es la misma receta que usa la terapéutica popular.
La persona "impedida" o "tulllda", soporta en su inmqvilidad
y
en su. esperanza los más inverosímiles tratall).ientos. Desde las prác-
·
ticas mágicas hasta las unciones
y
friegas diversas. En cierta parte,
la
medicina casera
y
la del médico que comentamos se asemejan no–
tablemente, por ejemplo, cuando usan el sahumerio de romero. Man–
douti es preciso en las indicaciones que prescribe : ''Pon romero en
'Vino un día entero con su noche,
y
en dos braseros con fuego rosea
el
fuego
y
que reciba el enfermo aquel vaho en la parte o partes
\
ellfermas, por la noche, cubriéndole con una fresada en el acto de
tomarlo;
y
con ella que duerma;
y
en ayunas del siguiente día, que
t.ome un huevo caliente al rescoldo con trementina y aceite; y otro
en
la
tarde'~.
Si comparamos este remedio con el que se prescribe
en mi
Medicina popular de Santiago del Estero,
página
163,
podrá
observarse la identidad de ambos, para el mismo mal.