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los

sorter.os

e de los feehiceros e de los truhanes''

y

''de los que

encantan espíritus, ó fazen ymágenes, ó otros fechizos, ó dan yeruas

para enamoramientos de los omes ó de los mugeres' ', como reza tex–

tualmente la Ley 21}..

.Aunque, por la frecuencia de esta terapéutica, viniese luego el

ensalmador a confundirse con el hechicero, lo cierto es que, en

un

comienzo, ambos estuvieron frente a frente. El ensalmaqor, bajo la

advocación de su fe católica, esgrimiendo el

p~der

benéfico, y el

hechicero, por el contrario, sirviéndose · de las malas artes para el

bien o para el mal.

De esta postura deriva la diferencia entre el

~nsalmo

y el conju–

ro. .A

qué~

''pretende hacer bien sin daño para nadie'' mientras que

éste "hace mal en provecho del conjurante o de su patrocinado",

como sucede todavía con la práctica, harto difundida en Santiago,

de arrojar al camino una bolsita en que se han coloeado tres granos

qe maíz, práctiea con la que se pretende curar la verruga o ' ' tejtis''

y

que asegura la trasmisión del mal, eurando el paciente, a la per-

~"'''vo;'..e.;p

os

y

conjuros

~·.;

.o.gi:

II<;~'-:I~·~ON

FRANCISCO

,~,J·"6A-~o

uera acusado de

a diferencia exis–

i(}r

antes citado que

'""..1:\,ol"i/<"~~--~"<.IR

E

cumán ''estando

herido ·erto indio suyo, ·óo al ciruja o que no lo curase, pues era

imposible que ·ninguno a quien él ensalmara se muriese y que los

que mandaban que no se eúrasen por ensalmos no sabían lo que·

decían''. .A esta acusación confesó .Aguirre ''que era verdad que

hacía eierto ensalmo sobre las heridas, andando la guerra, no ha–

biendo cirujano que las curase

y

dijo las palabras de él que no tienen

cosa supersticiosa'' .

La acusaeión no prosperó y creemos que fué, no tanto porque las

palabras del exorcismo no tuviesen "cosa supersticiosa." sino porque

en la declaración afirma que no había médicos ni cirujanos, otra de

las condiciones a que estaba supeditada la licencia para ejercer de

ensalmador, pues no obstante 'las pragmáticas que lo permitían ''pe–

can los que pudiendo curar sus llagas y enfermedades con médicos

y

cirujanos aprobados e por vías naturales se eur'an con enxalmos o

van a buscar solamente las reliquias de los santos''.

Con o sin anuencia, debió eontinuarse con el uso de esta práética,