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El mismo hecho de la curación por la "leche de higuera",
se
encuentra también corroborada más adelante por el propio Dubreuilh,
quien expone que "se ha aplicado diversos jugos vegetales, como la
leche de higuera o del euforbio al tratamiento de dichas ve;rrugas' '.
En la reunión dermatológica de Nancy, celebrada en enero
y
junio de 1927, Michón pr esentó una observación en la que se ve una
vez más que ciertos remedios populares, sacados de los simples, pue–
den ser excelentes. Posteriormente, Ysard, confirmó la opinión de
Michón y recomendó a los individuos que tienen verrugas el uso,
ya de la leche de higuera o a falta de ésta, la de la gran Celidonia.
Quizás, los efectos beneficiosos se deban a la acción cáustica de
la resina contenida en los distintos jugos vegetales ya mencionados,
pero para nosotros, la terapéutica tiene sobre todo un fundamento
mágico, como la enfermedad un sustráctum nervioso.
Cuanto más curable una enfermedad tanto más remedios posee
para ella la medicina popular. Con este criterio, fácil es concebir
que tenemos, dentro de la terapéutica para la verruga, otros reme.
dios más. Uno
e e os es e que prescribe ''dejar bajo la tinajta
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ntalmente,
es decir a ras
e a piel, cuatro e pinas de a rojo, ormando cruz,
que se quiebran para que que en las puntas clavadas''. El objeto
de esta práctica es de ''cortar el sustento'' que la verruga toma de
la piel por medio de sus "raíces " . Interceptada esta comunicación
vital, el tumor se seca y se desprende. Por más que sea corp.prensible
y
exacta la patogenia y en consecuencia la terapéutica que hemos
esbozado, no deja de tener su poco de magia en cuanto se refiere a
la forma como han de ser clavadas las espinas, es decir que han de
serlo "formando cruz". La elección de la espina no tie1;1e el signi.
ficado excluyente que el pueblo le atribuye. Puede ser de ''abrojo
(Xanthium strumarium)" o de "sombra'i toro (Jodina rhombifo–
lia) '', como cualquier otra que tenga las características necesarias
para su penetración en la base del tumor.
Para terminar, sólo deseamos insistir en dos curiosas formas de
terapéutica mágica, una de las cuales, que consiste en ''cortar el
tejti hasta que sangre y mojando en esta sangre una piedrita se
la