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EL TABARDILLO
Esta añeja palabra española ha sido antaño muy empleada en
la medicina popular de esta provincia, pero ha venido en desus
y hoy sólo la emplean algunas viejitas de la campaña, que se queda–
ron perdidas con sus viejos poblachos en el polvo del olvido.
Esta palabra viene de "tabardo'' que es como se conocía a
la
capa de paño de los mendicantes, porque ellos eran los que primero
sufrían la enfermedad, transmitida por los piojos de los vestidos
y
el desaseo. En efecto, el "tabardillo" es el tifus exantemático,
y
aunque después dicha palabra se generalizó ampliando su significa–
do, en un principio fué nada más que eso.
A la persona afecta de ''tabardillo'' se la hace sudar por medio
del "polvo de corazón de zorrino (Mephitis suffocans) ". Es curiO–
so mencionar la similitud que esta receta guarda con ]a de Mandouti
para casos semejantes. Oigámosle a través de casi dos siglos: "el
hígado d
orrillo o orro, hecho polvos, se echa una narigada en
de agua, poco más q e
ti
ia, q¡ue t hará sudar copiosamen–
ef
pas
·
J
o
e sea preciso el
1
''el pollo partido
' ' ellavalongo' '.
,
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Suele creer la gente que la "tartamudez" és originada en todos
los casos por el acortamiento o retracción del frenillo. Algunos, sin
embargo, la atribuyen a un ''susto'' recibido en la infancia, proba–
blemente ·porque la emoción inhibe momentáneamente al que la re–
cibe y, porque, a veces, sus efectos perduran.
Los que creen que se trata de un vicio anatómico sustentan la
terapéutica quirúrgica, que consiste en
cort~r
el frenillo. Dicha ope–
ración hacíanla con un corte de tijeras la
s comadronas o curanderas
especializadas, lavando a continuación la heri.da con ''agua de sal–
muera".
Cuando la intervención era descartada por una u otra causa, o
ella no había dado los resultados que se esperaban, se procedía a
''hacer fumar al enfermo un cigarro de chala todos los días''.
Esta
costumbre estaba muy difundida en la ciudad a tal punto que no era