Table of Contents Table of Contents
Previous Page  221 / 444 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 221 / 444 Next Page
Page Background

217

1or, no sólo por sus resultados terapéuticos, sino porque su empleo

supone el conocimiento acabado de la etiología del mal.

Una de ellas consiste "en frotar al enfermo con lejía fuerte de

ceniza y untarle, después, el cuerpo con grasa de chancho, cera vir–

gen y azufre"

(1),

en una palabra, hacer la medicación clásica acon–

sejada por todos los dermatólogos. Y la otra, que aconseja con muy

sobrados motivos, el empleo del "querosén" (

2 ),

durante varios

días, en frotaciones (

3 ) •

Muy semejante a ella es la que preconiza un médico italiano, de

la actualidad, en la ·revista :

Lectura médica

(del 15 de abril de

1928) a base de alcohol desnaturalizado, con el que asegura haber

obtenido numerosos éxitos.

EL SARPUDILLO

Su nombre no necesita explicación. Se cura ''frotando el cuerpo

del enfermo con

'

' ' o si no ''con el agrio del· limón'' o

''con vinagre

Estos reme

excelente conc

mienda encare

e ICina po¡au ar, a q

nac1ona

el perú

ozan de

ga-neHos inguinales constituye lo

que

se ha

dado en llamar ' 'seca'' (

4 ) •

Por lo general, sólo se trata de un ganglio infartado, el cual por

su aumento de volumen y su dolorosidad produce una cojera bien

manifiesta.

La inflamación es, casi siempre, unilateral y no se acompaña de

periadenitis ni siquiera de rubicundez

cutáne~

siglo XVI para cúrar éste

y

otros parecidos males. También es conocida en

la campaña santiagueña

y

en Arequipa, Perú, por ' '

rasca~paloma'

'.

(1)

''Grasa de puerco, pez griega, cera virgen

y

azufre, habiéndote lavado

con lejía fuerte, hasta que vierta sangre, úntate con este ungüento hasta que

sa!les''

(MANDOUTI:

Colección completa de recetas).

(2)

Los antiguos peruanos también lo usaban.

(3)

Su principal

y

casi única aplicación

es

en las parasitosis de la piel

y

sobre

~odo

en el tratamiento de la sarna, cuyo pará:sito mata" (II.

J.

Ro–

SELDO:

Tratado de terapéutica,

pág. 348).

(4)

En Arequipa, Perú, se la llama "querire"

(JuAN

M.

CUADROS,

ob. cit.).