Table of Contents Table of Contents
Previous Page  228 / 444 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 228 / 444 Next Page
Page Background

224

citos al camino envueltos en un trapo''. Esta terapéutica se sustenta

en el hecho imaginado de que la persona que encuentra los "tres

maíces", (otra vez el número tres), se contagia 1a enfermedad,

curando en consecuencia el enfermo. Naturalmente, va de suyo que

acepta el pueblo la teoría de que la enfermedad es un cuerpo extraño

o un flúido maléfico que entra y sale del cuerpo provocando la cura–

ción o la enfermedad y que es susceptible de encarnarse en múlti–

ples formas animadas y aún inanimadas, como sucede con ciertos

objetos o lugares donde residen habitualmente los espíritus del mal

o donde se les deja aprisionados por arte de hechicería. Tal serían,

por ejemplo, los alimentos que se embrujan" o "engualichan", o

los ' ' porongos'' que retienen el mal una vez que fueron extraídos

del cuerpo por medio de la succión.

Los quichuas tenían una creencia y una práctica semejante, de

la que quizás provenga la que hemos comentado. Esta práctica se

denomina "isitapinita" y consiste en dejar una prenda del enfermo

en el camino, para que la persona que la use lleve también con ella

la enfermedad. Cu a

ráctica, como es fácil advertir, se sustenta

en la idea de que todas

1

~

e

sas

tacto con el enfermo están

cont gia

s del es íritu

cuando se trata

de e fer

S bre

;a¡J

estudiando la medi–

;Un rito común consis–

creían concentrar la

enfe

o

pe

:S

"iey

y

por la mañana

lo sa

a una vía pública, creyendo que el prirner¡

transeúnte que pasara, se llevaba pegado en las piernas el mal, que–

dando así libre

y

curado el enfermo del azote" (R.

PARDAL,

Medici–

na aborigen americana).

Curan también el "tejtis'' "untando aceite tibio

y

haciendo lue–

go la cruz'' soore el tumor. Es también éste un procedimiento de

sugestión en que obra sobre el sujeto la creencia religiosa.

¡

Curiosos remedios populares que especulan con la naturaleza

indeterminada del mal! Ellos tienen, sin embargo, a su favor toda

la razón empírica del conocimiento objetivo, largo

y

bien fundado.

Exacto es que cura el "tejtis" arrojando "tres maíces al camino'',

como es también exacto que cura con la sugestión. W. DuBREUILH, en

su libro

Précis de Dermatólogie

dice que ''es cierto

qu~

las verrugas

pueden ser curadas con la sugestión'', hecho que también admiten

Darier

y

Rost.

·