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EL TULLIMIENTO
Muy pocas veces hemos oído esta palabra, pero su derivada, ''tu–
llido'' es, por el contrario, muy común.
''Tullida'' se dice de la persona que se encuentra inmovilizada
y,
en consecuencia, impotente para hacer el menor movimiento. Las
parálisis, el ' ' airB o huaira' ', las enfermedades .consuntivas o nervio–
sas, son las que se Haman así.
Estos enfermos, no sólo han sufrido el doloroso tormento .de la
inmovilidad, sino que han debido soportar la prueba de numerosos.
remedios, desde los "baños de carqueja (Baccharis articulata) ",
hasta las fricciones y sahumerios diversos. Son las víctimas expia–
torias de la medicina popular, plagada de superstición y de hechi..
cería, la que considerando el mal como un ''daño'' intencionado,
procura arrancarlo de las entrañas del paciente mediante la acción
de los· conjuros
exorcismos. ·Cuánta paciencia! ¡Años y años de
postración a 1 espera del milag
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espera paciente...
mente. ¿Hasta cuándo?
Como sahumerio prescríbese el ''humo del romero (Rosmarinus
officinalis) ' '. .Algunos aconsejan agregar la prescripción de ''comer
d.urante nueve días seguidos un güevo por la mañana y por la noche
mezclado con trementina y aceite''.
U
san también el ''guano de paloma de castilla'' en friegas con
''grasa de suri (Rhea americana) ''. Lo curioso de esta receta es
que
ya se encuentra, entre las prescriptas por ·Mandouti, una semejante
que dice : ''Toma estiércol de palomas bien seco, písalo hasta redu ..
cirio a polvo muy sutiles, se mezcla con injundia de gallina derreti.,
da, con un poco de miel de abeja, queda así un ungüento, y con esto
te refriegas la parte enferma, porque sirve también para los brazos
y
toda parte que haya tomado aire o frío, cada ocho o diez horas;
y
se abriga la parte con bayetas calientes".