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Para su tratamiento, nuestra medicina popular cuenta con los
baños, en primer término. Estos se preparan haciendo infundir en
gran cantidad de agua "hojas
de ~
poleo (Lippia turbinata), de
atamisqui (Atamisquea emarginata) y de sombra de toro (Jodina ·
rhombifolia)"
(1),
es decir, "tres'' plantas conocidas y simples
Del ''poleo'', y del ' ' atamisque'' nos hemos ocupado anteriormente.
En cuanto a · la "sombra de toro", no todos están de acuerdo en la
clasificación. Juan A. Domínguez, por ejemplo, la coloca ·entre las
Celastráceas (Maytinus ilicifolia), dándole como constituyente quí.
mico tanino en buena proporción.
También se preconiza el empleo de baños de ''hojas de· aguari...
bay (
2 )
(Shinus molle)" o de "eucalito (Eucaliptus glóbulus)"
infundidas en gran cantidad de agua. Del ' ' aguaribay'' o ' '
aqua~
ribaigh" como le llama Kalkner (
3 )
"se obtiene un bálsamo o ex–
tracto por medio del hervor, el cual, aplicado interiormente, es un
buen purgante y digestivo y ayuda a la buena cicatrización. En
cuanto al "eucalito ", por sus resinas aromáticas, parece constituir
un remedio efic
ratam1ento de los estados de debilidad cons-
titucional. ,
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a taza de té de aguaribay y eu-
ca~ito
''. Las ''friegas'' del cuerpo con m9staza ha de traer, segu.
ramente, alguna reacción del organismo de efectos beneficiosos. Lo
mismo, puede decirse del té \antes mencionado, cuyas plantas poseen
abundantes gomorresinas y son buenas para los catarros y los ' ' pas–
mos'', porque combaten el ·enfriamiento general del organismo.
.
Por ,último, suelen aconsejarse también los ''vapores'' o vahos de
''temoj o timoj (Prosopis cericantha)" y no faltan los que usan
el azufre en ''friegas'' secas o con sebo (
5 ).
(1) A la "sombra de toro" se la llama también "eorob maman''·
(2)
Lo mencionan v::trios cronistas, entre ellos, Don Félix de Azara.
(3)
"Descripción de la Patagonia", 1774, pág. 51.
(4)
tSolanum verbasc.ifolium
~
( 5)
Para ''el pasmo, aunque esté por espirar'', Mandouti recomienda la
siguiente receta: "Rápala la nuca
y
pónlo boca abajo, échale en ella un poco
da azufre, friégale con la mano hasta disolverlo,
y
encima un parche de cera
da Castilla con un poco de sebo
y
azufre;
y
luego dadle a beber con un dedal
de dicho en huevo
y
sobre él un trago de vino de la tierra;
y
arrópalo bien".