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el mal. Una variante de este "remedio'' es la que preconiza "la
ligadura de los vacíos con una sábana mojada que se aprieta paso
a paso con un torniquete para quebrar el dolor". Aunque pueden
conseguirse ciertos éxitos en las litiasis biliar, por ejemplo, y aún
mayores en los ''flatos'', que, a veces, son muy intensos y confun–
didos con la enfermedad que nos ocupa,
1
el procedimiento de la sá–
bana'' más bien tiene el carácter de los ''masajes'' que hemos se–
ñalado y acaso el significado del "cinturón" que los indios aplica–
ban ceñidamente para retener el espíritu de la salud, que el curan–
dero incorporaba.
Refiere Don Félix de Azara (
1 ),
al
estudiar las costumbres de
los indios payaguás, que el ' ' pay'' o curandero, después de hacer
sonar la calabaza, se sienta y ''soba''' ásperamente con la mano la
inmediación del ombligo
y
luego chupa ! con vehemencia cuatro o
seis veces lo
qu~
sobó, y se acabó la curación" ¿No sería el "pa-
drón'' los que los indios payaguás curaban de ese modo
~
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Tan difundí
asienta en la na iz
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Los ''paños' '
e
que trata de las
o "el jabón con
LA PALIDEZ
¡
Cloróti<ms! ¿Queréis un remedio
''aprobado'' para vuestro
mal~
Un remedio, el único, quizás, capaz de devolver frescura y
lozanía a vuestro
rostro~
La recetar
€S
simple. El pueblo no cobra
nada. ¡Venid, todas !
Así
debería pregonarse esta medicina heroica contra la palidez,
que consiste en "poner la cara en el vapor que 'se levanta después
de orinar sobre un montoncito de cal viva''.
(1)
''Geografía Física
y
Esférica de las Provincias del ParagUay y Mi–
siones
~guaraníes'
'.