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cuencia la dificultad de la respiración, pues, en los bronquios se
forman espesas secreciones, que son difíciles de expuLsar.
Con este concepto, la gente usa sustancias irritantes que obligan
a los animales enfermos a expeler las flemas adheridas en el conducto
respiratorio. Entre ellas, 'el humo de trapo quemado" es la más
usual
y
provoca, por acción refleja de la mucosa, una expectoración
favorable.
Está muy difundida la práctica de atravesar la piel del pes–
cuezo o de la cabeza de las gallinas con una pluma. Para ello, des–
pués de quemar la cola de la gallina enferma, se busca una pluma
de la misma
y
se atraviesa la piel, dejándola · allí prendida. Este
procedimiento acaso tenga la misma significación que el del sedal
usado antiguamente
e).
En los caballos, sobre todo, se
emple~,
además, el ' ' loconti (Cle–
matis hilarii) ", que .se coloca en el morral conjuntamente con el
maíz que se da a comer. El fundamento terapéutico de esta cura
consiste n los vapores ca sticos que suben de las hojas "pisadas"
del ''lo ont.'' en el mome ta •
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Entre ellos e que consis e \''en hacer tomar agua de
flor de ceniza con sal'' o ''agua en que · se pone antes un pedazo
de suela".
J
LA MORDEDURA
·
En otro capítulo nos referiremos a las mordeduras de serpientes
y
otros animales, llamándolas por el nombre que tienen en .el léxico
popular, es decir: "picaduras". Ahora sólo trataremos
d~
las "mor–
deduras'' de perro que es el agente causal más frecuente.
No siendo ''un mal de rabia'' estas heridas ·se curan haciendo
"quemar el pelo del mismo animal
y
poniendo el :polvo sobre la
mordedura''.
Una variante de .esta misma receta es la que prescribe: "quemar
(1)
La pluma con que, se atraviesa la piel de estos animales ''debe formar
cruz con el cogote para que surta efecto".