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y las internas muy cálidas y
resolutivas. El cocimiento de sus
hojas y cogollos, en lavatorios, quita los dolores de cabeza, tanto los
que provienen de causa fría aplicándolo caliente, como los que se
originan de calor tomándolo frío''.
La "insolación' ', con ser Santiago muy cálido en verano, es poco
frecuente, debido a su clima seco y a la escasa alimentación con que
vive la gente. Pero, en los casos que se producen, ,el tratamiento
consignado
y
la ''sombrita'' bajo un árbol, son suficientes.
EL INSULTO
Las lipotimias, los desvanecimientos, los síncopes y todas aquellas
enfermedades producidas de súbito por cualquier causa
y
que la
gente conoce con el nombre de "ataques", son nada más que "in–
sultos''.
El enfermo ha caído
e in - ediato, en la mayor parte de los
casos, es transpo tado a un lugar ó od da
e s . lo ' ' sahuma con
humo de hojas
·
hu
'
se trate
de un ' ' insolado ' '.
soplándole humo po
tación que prod
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que puede ' ' devolvt;
Algunos tie
al enfermo
caído, lo q_ue da o · e
es escenas callejeras.
Emplean también en estos casos las "sanguijuelas" y los pedi–
luvios con agua de ''mostaza''.
Dentro de los males o enfermos que forman el cortejo de los
"insultados" se reclutan los elementos de que han de valerse los
''brujos'' o ''curanderos'' para actuar con la magia. Ellos son los
"posesos" por el espíritu del mal, los que han sufrido "el daño"
intencional de otra persona, por intermedio de otro "brujo", las
víctimas del maleficio sobrenatural, ·que viene súbitamente a herir–
los, en plena salud, cuando nadie lo esperaba, carácter éste que tiene
toqos los "embrujamientos". En ellos, la magia prospera, porque
hay una raíz común que los alimenta, lo desconocido, el hecho incier–
to. Y una sola rúbrica: la credulidad, la ignorancia.
El "insulto" es la materia que más fácilmente se presta a la
habilidosa explotación del "brujo" actual.