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habitap_tes como en los ganados
y
sementeras, que el Gobernador Juan
Ramírez de Velasco (1586 a 1593) obtuvo autorización expresa para
aplicar además de los tormentos que eran regla en uso corriente; las
penas de la hoguera
y
del destierro perpetuo que estaban tan en
voga" (EMILIO CATALÁN,
Los tormentos aplicados a los brujos por la
justicia colonial de Tucumán
y
Santia.godel Estero).
Volviendo a nuestro tema, se sabe ·que todo mal desconocido en su
etiología es incriminado a un poder maléfico que sólo determinadas
personas logran encarnar. Tales, por ejemplo, los que estudian la ma–
gia o ' ' magiqueros'' o eoncurren a los aquelarres nocturnos de la ' ' sa–
lamanca' ', una espeeie de cueva donde se aprende el maleficio
y
en
la que oficia de dómine el diablo de la mitología santiagueña, que lla-
j
man el "súpay". Estas. "salamancas" están distribuídas por todos
los r-incones de la provincia, en especial, en las anfractuosidades de
la montaña o a la v-era de los ríos. Son lugares ocultos, . que nadie
ha visto por dentro, pero que ninguno duda de su existencia,
y
que
las más de las veces están cavados en las profundidades de la tierra o
entre
1
s riscos serranos b
en las lagunas o represas
señanz
ellos
todo aquel que,
r:encer en el juego,
ía para el ejercicio
~..ai4!Lo
en pago de la en-
Per
cer la repugnancia
que le roducen multitu de animal asquerosos
y
sobreponerse
al
miedo de a noc e
y
e misterio. Vencidas estas dificultades, el ini–
ciado, entre músicas
y
danzas, en medio de frenéticas orgías, comienza
·su aprendizaje. Los que han elegido la carrera de la magia salen de
inmediato con el poder adquirido para hacer el mal o para bene–
ficiar a alguno en perjuicio de otro o para contrarrestar los efectos
de las brujerías ajenas, en singular lucha de poderes, hasta vencer
o morir o también para .actuar contra los elementos naturales o
sobrenaturales que traen pestes, plagas o destrucciones en ganados
y
sementeras. ,
Con el título otorgado en esta facultad demoníaca puede esta–
blecerse por su cuenta
y
practicar todo g.énero de arte diabólica,
aún a la distancia, valiéndose para ello · de mil artilugios que sólo
los iniciados conocen.
Por los documentos que paran en el .Archivo
d~
la Provincia
relativos a dos procesos célebres por hechicería en las personas de
·]a "Parda Antonia" (Leg. 9, Exp. 79, año 1725) y "Pascuala