[822-325]
D.-Exponme el sentido de esa promesa que solemos ha–
cer a Dios con jur.amento o sin él y que Hamamos "voto".
M.-Este voto, con el que empeñamos a Dios nuestra fe,
lo hacemos cuando prometemos hacer alguna cosa buena,
[322] irespecto a lo cual se han de tener en cuenta cinco
e;osas. Este voto es una promesa de hacer alguna cosa, por
lo que requiere no sólo voluntad, sino formularla mediante
palabras concebidas, o, si lo hacemos tácitamente,
expres~lo
al menos con la mente y el alma, teniendo muy en cuenta que
esta promesa expresa se Je dice a Dios, que es a quien van
dirigidos estos votos. [323] Y si a alguien oyeras decir que
ha empeñado un voto y le ha sellado con su
fe
a los Santos o
a Nuestr·a Señora, has de interpretarlo como que él ha com–
prometido ese voto y ese don de su
fe
especi1al!mente con Dios,
en honor de los Santos y de la Virgen Ma!I'ía, porque en
ellos, por así decir1o, vive Dios Nuestro Paoce con más reali–
dad y eficacia que en el resto de sus obras. [324:] De don–
de venimos a concluir que cuando empeñamos nuestra promesa
con fos Santos o la Virgen María, la empeñamos sobre todo con
Dios en honor de aquellos Santos, y cuando nos compromete–
mos a hacer algo por algún Santo es igual a honrar a Dios en
ese Santo. Has de saber en tercer lugar, que no se ha de hacer
un voto sino para que resulte un biren, pues hemos de dar
fe
de que ni obramos ni hemos de obrar el mal, qúe se hace cuan–
do uno da
fe
d~
que ha de cometer pecado o propugna algo
que pueda concitar
Ja
cólera del Señor. [325] No honra,
pues, a Dios, sino que, muy por el contrario, peca quien viola
este segundo mandamiento, no cumpliendo aquello a que se ha
comprometido bajo juramento. Pues Dios manda en este se–
gtl!Ildo mandamiento: "Quien promete a Dios algo o empeña
su voto, acuérdese de cumplirlo y no lo difiera, sino más bie.h
esfuércese por hacerlo cuanto antes."
714