[313-317]
M.- La
simple acción de empleair el nombre de Dios, de
Nuestra S'eñora o de los Santos puede ser cosa buena o mala;
[313]
pues los que aman a Dios celosamente siempre pien–
sain
y
hablan de El. Así, por ejemplo, por las Epístolas de
San Pablo sabemos que este santo, como quiera que llevaba
siempre a Dios en su corazón, nunca su Santo Nombre se le
desprendía de los labios; a otros, en cambio, por cólera o por
chanza o por decir algo les viene siempre también a· la. boca
.
.
el nombre de Dios,
[314]
y
esto es un mal, pues el que em-
plea con ligereza nombre tan santo es semejante a uno que lle–
vara con descuido e indolencia todos los días ordinarios
y
a
todas horas un lujoso vestido.
D.-Explícame la segunda pa:rte.
M.-Tomar el nombre de Dios equivale a tomar a Dios
como testigo de la verdad de nuestras palabras
[315]
P.a:ra hacer r ectamente esto, se precisan tres condiciones:
verdad, justicia
y
juicio (necesidad) , según nos manda
Dios Nuestro Señor por boca de Jeremías. Se honra, pues,
a Dios con un juramento que lleve estas tres condicio–
nes, pues con él decJaramos que Dios ve todas las cosas,
y
es veracísimo
y
abogado _de la verdad.
[316]
Por el
contrario, le inferimos una ofensa si juramos por su nom–
bre en falso , injusta o temerariamente, pues el que jura de
esta f orma
utili~a
el santo nombre de Dios pensando, según
· parece, que Dios no conoce nada
y
ama la mentiira
y
la ini–
quidad.
D.-Aclárame la significación de lias palabras "jurar co–
sas verdadera:s" .
M.-Para que el que jura no jure en falso, no ha de ju–
rar ser verdadero lo que no conoce a ciencia cierta,
[317]
ni
ha de asegurar bajo juramento que él
ha.Tálo que no he.
de hacer. Pues el perjuro
comet~
un pecado gravísimo al de-
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