[303-308]
que de esta guisa se han ,apa:recido muchas veces.
[303-]
Así también, por ejemplo, a
fa
Fe
fa
suelen representar .como
una mujer con un cáliz en la:s manos, y a la Caridad la figuran
rodeada de muchos niños, aunque ·todos sabemos que lo mismo
la una que la otra no son dos mujeres, sino dos virtudes.
Lueg-0, así las cosas, hemos de venir a concluir
[304]
que
a Dios se le repr.esenta como anciano para dar a entender que
es increado y existente con anterioridad a la creación de todas
las cosas; que al Espíritu Santo se le representa en figuva de
paloma como símbolo de la pureza, la bondad y la santidad,
y
a los ánge}es en forma de mancebos, po>I' su ·sempiterna her–
mosura, y ·alados para indicar que están siempre dispuestos a
cumpli.r "agilísimamente" las órdenes divinas,
[305]
y ata–
vi~dos
con túnica y estola blancas por ser. ministros puros e
inocentes del Señor. A este propósito yo podría referkte mu–
chas narraciones; pero, para no fatigarte, sólo te expondré
1
una. Refiere Enrique Gran que
e~
una ciudad vivió una jo-
ven, muy devota de la Santísima Virgen, a la que n'O cesaba
de pedir con muy repetidas
im~tancias '
tuviera a bien mos–
traerle a su divino Hijo.
[306]
Cuando la joven hubo cum–
plido los catorce años, he aquí que •en la víspera de Navidad la
Virgen, accediendo a sus deseos, se le apareció, llevando al
Niño Jesús en toda su herq10sura en una urna, ·que puso en
manos de la muchacha para
que.sesolazara con El. En jubilo–
sos transportes de alegría solazábase la doncella con el Niño
Jesús,
[307]
que, dirigiéndola su divina palabra, la pre–
guntó si
le
amaba... Respondióle ella afirmativamente, y Je–
sús, por su parte, la preguntó de nuevo que cuánto, a lo cual
eUa respondió: "Igual que
'ª
mi
cuerpo y mi vida." Insiste
entonces Jesús: "¿No me amas más que a tu cuerpo?" Dijo
a esto la joven, entre sollozos, que amruba a Jesús como
a su corazón.
[308]
Como Jesús ·entonces le insistiera:
7,J. O