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SUCASUCA MALLCU
palabra katari a toda serpiente o víbora agresiva,
y
denomina aziru a la que no acomete al hombre.
,
Por lo que ha quedado expuesto, se lleg.a
a
concluir en que Tupakj Amaru, Tomás Catari
y
Tup,akj Katari, conductores los tres, en distintas
regiones, de muchedumbres
revolucionadas por
_ellos mismos, denotaron, mediante sus nombres,
que conocían el valor de ciertas palabras
y
con
ellas se ayudaban al masor éxito de sus finalida–
des, por obtener la independencia de América.
En lo que toca al término katari, todavía po–
demos aña.,dir algunas disquisiciones de índole teo- '
lógica, que atañen al símbolo sarpólico que regis–
tran los monumentos de Tiwanacu, Cuzco; Yuca–
tán,
(1)
etc., pero con esto se pecaría de recargar
una relacit_ón que debe estar circunscrita a lo histó–
rico en su meollo.
Como se puede ver, Julián Apasa no pudo en–
(eearse de estas cosas debido
a las luces de sus
amos párrocos, ni a las de sus clientes de la pana–
dería. ·Eso se lo pescó don
J
ulián, duran te sus tra-
(1)
Con respecto a
tupakj. perdónesenos esto más: la uru,l:lacft
anual mayomexicana TUN
(solariana), equivale a · la medida del
tiempo, seqÚn la aparente traslatividad del sol,
que registra la
Puerta de Kgalasasaya (Tiwanaca),
que a su vez consta de
cUe¡.
ciocho veintenas o patuncas (dobles decenas. dobles tuneas). Con
mayor o con menor valorabilidad, sorprende cómo TUN. sonaba.
tanto en la Bolivia aimar6 como en el
M~co,
a sol. el cuaL
sutW~
zado, es Osiris Ra, hijo de NUT.- N. del A.