ZACAR!AS MONJE ORTIZ
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ponde que el letrado o historiador americano
di–
ga que tod9 hechq de armas, patente, por la liber–
tad, fué una revolución.
Es necesariorechazar los
calificativos de alzados, insurgent.es,. rebeldes, le–
vantiscos, sediciosos, que por inercia intelectiva,
por ausentismo, por falta de.· plenitud otorgable a
la americanidad secular, que representamos
los
que orientamos a la opinión pública en nuestras
respectivas circunscripciones territoriales del Con–
tinente, repetimos
y éonsentimos
que empleen
nuestros hijos.
La libertad americana contra la opresión eu–
ropea fué alcanzada mediante revoluciones abor–
tadas, perdidas y ganadas en cada república horra
hoy. Quienes actuaron para conseguir ese bien, son
revolucionarios; si pagaron con su vida y fortuna
su varonía, son mártires de la libertad americana;
si lograron ver libre a su país, después de haberse
batido, o ayudado a la liberación de otras mane–
ras, son libertadores absolutos. ·
Porque si seguimos pensando y sintiendo co–
mo coloniales, cooperamos a que en Europa acrez–
ca el desprecio por la región iberoamericana. Los
europeos, en especial quienes forman parte de re–
gímenes autócratas, especulan {lía a día con
la
subestimación de América por propios
y extra–
ños. Sobre la base de que los estados americanos
de origen semilatino (por el idioma) son republi–
quetas civilizables todavía, hasta los -arios sin po–
tencia planean agredirnos
y
desearan de una vez
retornar a e clavizarnos, lo que es ya mucho de–
cir. Nuestro derrotismo aunque n
sea obra nues–
tra, actual, debe terminar; cáda nacionalidad lá–
ve e de las manchas que le
~1a
dejado la esclavitud
impue ta p'or europeos,
y
nacionalice a lo
indí-