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SUCASUCA MALLCU
loniaje en vida
y
muerte del dicho varón de ca–
becera.
Hemos buscado
referencias lo más
exactas
- acerca de Jo que era La
Pa~
en el año de
1,780
en
el curso del cual, por días del mes de noviembre,
estalló el movimiento libertador de los autóctonos,
a cuyo mando estmo el caudillo José Gabriel Tu–
pakj Aman1.
Nadie mejor
al efecto que el memorialista
más minucioso y frío que ha producido la Clerecía
boliviana.
Nqs
;·eferi'mos al presbíteto doctor Nica–
nor Aranzáes, quien, en
1915
publicó su
Dicciona–
riq Histórico de D parlamento de La_Paz,
que lle-
- gó a formar, según lo dice él mismo, con noticias
del pasado, en lo ar ·hivos,
- y
esto es conjetura
nuestra-
de la Curia Ecl
iástica
y
Notaría ídem,
de dicha ciudad, especialmente en los "expedien–
tes matrimoniales,
libros de bautizos",
})l;ocesos
de divorcios, etc.,
y
en
~'archivos
oficiales"·del Co–
loniaje.
La suer te nos fu é propicia, porque en el libro
recién citado, hallamos precisa
y
cabalmente
lo
que necesitúbamqs, pues las menciones señalan el
año cte mil
selecien~os
ochenta, nada más "ni nada
menos. Entremos al asunto.
El
H
vdo. Aranzáe , habla de un vecino pace–
ñu, español, maestre de
campo, que se
casó en
1,?6_1
con doña María Escalante, y en
1,780
fue co–
nusJonado para ejecutar órdenes importantes del
~OJTegidor.
Es posible que el peninsular haya de–
Jado papeles en los cuaJe hubiese anotado las ca-