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·sUCASUCA MA'LLCU
los
es¡ú~ñoles
y criollos .(patricios) que no eran po–
bretones si no ge:q.tes de posibilidades, algunas de
ellas herederas de ducados tal vez si hipotéticos
pero cuyas armas y prerrogativas
reten~an
y
bla–
sonaban para envidi a de los mestizos. Es de ano–
tarse acá, como informaciÓ!J
corri~nte
que provie–
ne de aquellos tiempos, que a los patricios (ameri–
canos de nacinliento y de sangre europea), sola–
m en te en puja abierta les era dado optar cargos
de seeundarisim a jerarquía, como los edilicios, a
cos ta de mucho dinero .
·.
La clase media, que paul at inamente. fué ad–
vertible hasta cons tituh· la cas ta d e los cholos, no
siempre me
stizos ; _alma d e las poblaciones boli–
vianas hoy _
uis.mo,que no pierde tiempo
y
gana
de eeneración e1 generación el ascenso social que
sus
~ mpuj es
e permiten,
y
subsan-a de ese modo
los siglos
<;l
inmovilidad en que quiso vivir su
raza materna, o su media raza, la autóctona.
La clase indígena, aima'rá pura, de la cual no
n o
es dable reiterar más informes bajo pena de
censura de los lec tores.
El padre Ar anzáes, hace hi ncapié en
q~1e
la
Comuna de en tonces sos tenía ün hospital, aunque
ella cont aba só lo con novecientos cuarenta pesos
de rentas generales, pero deja. a un l ado el hecho
· de que la clase rica, por medio de man·das tes ta–
mentarias o do naciones entre vivos, contribuí a en
form a generosa a éste y otros servicios de pública
asistencia social en l a r efe r·ida ciudad famosa.
.
El mes tizo her edó a s u antecesor· europeo la
habilidad en las a rtes manuales. Desde antes de
1780,
y
hasta hoy, nace el cholo con inclinación
al
artesanado,
y
es cada vez mayo r· su aptitud pa-
. r a la mecánica . La mestiza, tenía instalada la ba-