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SUGASUCA MALLCU, '
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rillo recibió la luz' que comunica su conspicua
tea...
Lo racioaal de l a 1'evolución katarina con–
·sistió en un entendimiento del mensaje revol,ucip–
nario por el oído. Ha sido la masa movida confor–
me a la tendencia agHadora, verbalmente. Traba–
jo vasto•
y
lento . per o de efectos movilízantes de
primera clase. Grito
y
consigna transmitidos oral–
mente,
y
no había otra manera de agitar esa masa,
la n1ultitud propiamente dicha. Y ta.les grito
y
consigna,
y
su raciocü1io, en el idioma aimara;
porque aimaráes puros eran el noventa por ciento
de los llamados a invocar sus derechos a la liber–
tad. De modo que Tupakj l{.atari, era un revolucio–
nar io de. tipo r alistn,
y
al disponer que en su cor–
te se expresase todo el m,undo en idioma aimara,
daba la paull:l de su sentido !lacionalista al par
que exhibía un exacto concepto de la realidad so–
,cial. Los hijos de esp&ñoles, parlre
y
madre,
y
los
mestizos, al hablar el español
y
no el aimara, que–
daban al .margen del llamado que. también, era
secreío. Si la masa en que incidió hubi ese conta–
do con pJ·eparación
y
co.nductor11~
eu la fase de lo
dinámico del hecho revolucionario, el fruto fuera
óptimo:
·
Este es otro duelo de la revolución katarina:
su
proc~so
imperfecto por audaz elisión política
de más de un principal factor de realización: el
armamento
y
la conducción, entre varios más, de
que los kataristas careciéro'n en absoluto, puesto
que obraban al impulso de la
di~·ectiva
política,
pura
y
simple, que estiimtló rlesde la ellltotividad
devotiva del caudillo hasta el alma dolorida de la
muchedumbre privada de armas .de fuego
y
hecha
sólo a operar conforme
~
Jos dnones de una tác-