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SUCASutA MALLCU
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¿Qué la revolución de Katari conb;a' los espa–
ñoles 'de La .Paz, fué un simple incidente?
No es cierto. Ella sirvió
d~
experiencia, ense–
ñó objetivamente a los un .. os
~r
a los otros lo que
había q ue hacer para r.ecatar libertad es o reforzar
las tiranías. Fué una ocasional escuela, mejor di- ·
cho un curso prácti co de guerra a] que asistieron
como mirones •los principales héroes de la Tevolu–
ción libertaria del 16 de julio de 1.809, cuyo jefe
y héroe epónimo, don Ped ro Domingo Murillo,
¿sabéis qué hacía eh los momentos m ás dramáti–
cos del sitio de La Paz? ·Residía en lrupana de Sud
· Yungas, y se alistó naqa mP,n'os que con el grado
qe teniente de la primet·a compañía de fusileros,
y luego fu é capitán de la rr¡.isma.
Murillo, asi:misnw, con reducirlas f ue ·zas, con–
voyó un gran número de señoras,
Y.
niños de am–
bos sexos, hasta Cochabamba, con la intención de
librar a esos pobladores de-los posibles ef ec tos de
una entr.ada de los revolucionarios a los pueblos
yungueños, atrayentes debido a Jas riqu ezas acu–
muladas por decenas de' encomenderos soberbios.
Y Murillo, hizo sus primer,! campañas militares
en esta curiosa fOJ'IU.a, al
s~rvicio
de su esposa e
mijos y de los fa:iniliares de muchos
españoJ.esave–
cindados en los Yungas . No se crea que fué salir
y
•negar a Cochabamba. Todo lo con tr ari o, Murillo
se batió muchas veces en defensa del convoy que
custodiaba, por rechazar muy p-raves tenta ti vas de
los katadstas de Quime e Inquisivi,\ de apoderarse
de aquellos desterrados.
Murillo, siguió la escuel.a rle la guerra, porque
a su regreso de Cochabamba, rlonde puso a buen
recaudo a tanta gente amenazada en La Paz, vol–
vió a esa capital
y
fu é designado ay·udante mayor