ZACARJAS
MONJE.
ORTJZ
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no, que se hacía pasar por.,Aobr.ino de Tupakj A–
maru, una vez que 9e produjo la derrota de Pamp–
jasi, al este de La Paz. Conocedor de este nuevo
desastre, Tupakj Katari creyó que los pendones
del
Virr~ynato
podian ser reizados a la brisa del
Titicacal. en Achacachi. Allí voló esta serpiente ala–
da. Grandes fogatas
~v·dieron
sobre las cwnbres
del Surucachi y del Ancopata y del Avi chaca, c·ó'n- ·
vocaqoras a urgentes ulakgas de los grandes dig–
natarios de las comünidades y cortijos, de dueño
blanco los segundos. El pututu mugidor sobresaltó
por varias noches los corazones,
d~sde
Peñas
y
Warina hasta los peñarales de 'Valata
y,.Í~s
costas
del Jankgolaime
~Ancoraimes ),
y
hasta las.
~ puca-
·ras nevadas del C::hachacomani
y
el Condoi; iL
Tupal{j Kalari, con gran séql!l.ito pero sih ca–
pellanes, sábese qQe vestía de negr.o: un luto rigu–
roso que declaraba su viudez. En m cabildo noc–
turno habló a más de cien cabecillas o jiliris uma–
suyus y laricaxas, demostrándoles el curso
d~
los
sqcesos desde la reanudación del sitio por lo que ·
él llamaba la "corrida" de Igna cio Flores. Compro-
bó que Reseguin podía ser
a.isl::\do de una manera
·¡:.
absoluta si los umasuyus volvían a las armas
y
consiguiesen levant;:tr a la gente de
Paeá;L~~
Que-
ría darle una batalla a Resegtün
~p..-
Wat·xria'
o
Pe-
ñas,
y
en previsión, otra, apoyándose
e1~
las .ser_ta-
nias de ' ''alata, para ·el caso_de que el en-eJ.:nigo
viniese desde La Paz muv entonado. Marcó
a
So-
"rata como último reduct<i siemp re
q~te
no
g¿
H L–
diese capturar a Onu·o con fuerzas de pacaj . y
sucasucas v yungueños. e le observó qne La p:az
estaba ya libre,
y
dij o, con desprecio, que esa nla–
za va no
tPnía
impor tancia militar por haberla des–
b·uido su ejército sitiador
y
siempre que se laman-