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ZACARIAS MONJE ORTIZ
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equivalente JVentalización de 1sus geométricos tra–
zos simbólicos en piedra o barro cocido. Es idio–
ma de la acción sin t>;egua, pprque el aimará de
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día lo habla entre faena y descansos, y de noche,
si está acompañado, lo sigue hablando
hai~
el al–
ba. Pata quien lo entienqe y es americanoae bue–
nos quilates, el lenguaje aimara educa y discipli–
na la mente y exita
a-
la voluntad para estar aler–
ta siempre a las determinaciones del Espíritu. Es
el verbo de. las más antiguas naciones del Conti.:.
nente Americano; renovado en una parte,
,muy
mal dicho en otra, víctima del barbarisn;llo en la
mayoría de las zonas de su influencia, antes
y,
des–
pués del Coloniaje, constituye el archivo viviente
del fenómeno evolutivo de la especie humana en
América,
y
de él mismo se extrae bala y cañón
conque desmenuzar a los que alÍI.n creen que la ra–
za americana no fué la primillva pobladora de es-
te Continente.
·
Asi fué la cuna de Julián Apasa,
y
su raza y
verbo.
Hombr~
•de selección, correlativamente
a
\>U
época
y
a su categdría social ínfima, junto a su di- \
ploma de Sl)cristán, este extraño doctor mundólo–
go altamente jerarquizado por sí mismo, alzó su
resolución de servir a los americanos oprimidos y
se hizo héroe.
·
Hay épocas del pasado de cada nacionalidad
o de una determinada raza, cuyo enjuiciamiento
aun siglos después constituyen problemas que no
son fáciles de resolver, siempre que al enfocanlas
el evocador cuide de no abandonarse a las distri–
buciones fáciles de justicia, las cuales se informan
en la emoción de causar perjuicio a la causa de
algún partido o de cierto adversario. De esto si-
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