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tradici6n, que. conservaban muy fielmente, suplian la falta de escri–
tura y letras con '' pinturas como los de Mejico ...
~ "
; y hacienda
una comparaci6n con lo que vi6 en aquel pais, agrega: '' Por la mis–
ma forma de pinturas y caracteres vi en el Per{1 escrita la confe–
si6n que de todos sus pecados un indio traia para confesarse., pin–
tando cada uno de los diez mandamientos por cierto modo y luego
haciendo ciertas seii.ales como cifras, que eran los pecados que ha–
bia hecho contra aquel mandamiento"
(1).
Cabello Balboa habla del testament-a- de Huayna Capac, he–
cho "segun la costumbre de los Incas", consistente en dibujar ra–
yas de. diversos
~olores
en un bast6n (2).
Cobo cuenta tle un edificio subterraneo, cerca de Guamanga,
en donde, segun Llano Zapata,
halla~·on
"una lapida con una ins–
crii:illi6n que no se puede leer". lfabla, en seguida, de los memoria–
les
~de
quipus y
pinti1ras.
(3).
Cieza de Le.611 r efiere de un edificio de Vinaque, '' donde tam–
bien hay fama que se hallaron ciertas
letras
en una losa", y de
"pinturas que aun estaban en pie", que eran memoriales como los
quipus, mediante los cuales los quipucamayos ''no podian ignorar
nada de lo tocante a gobiernos, ritos y costumbres de los suyos (4).
Santa Cruz Pachacuti,
~ronista
indio, refiriendose a Tupac
Yupanqui, dice: " .. .Y en este tiempo el dicho inga despacha a
Cacir Capac por vesitador general de los tienas y pastos, dandole
su comisi6n en
raycis de palo pintado".
Cuenta luego de la llegada
de Tonapa, personaj e misterioso, quien di6 a Apotampo, Caciqne
del lugar, "un palo de su bord6n ", de modo que en dicho palo " r e–
cibieron lo que predicaba, sefialandolos y rayandolos cada capitulo
de sus razones' '. Este, mismo cronista refiere tambien como una
anecdota de un
libro:
"Al fin el dicho Inga (Pachacutec)
v~elve
a
su ciudad; y entonces ya era viejo y llega la nueva que como un na–
vfo habia andado en la otra mar de hacia los Andes, y entonces, al
cabo de. un afio, llega un mancebo a la plaza· con un
l1bro
grande
y
dale al Inga viejo, el cual no hace caso del mancebo,. y al. dicho li–
bro le da pa_ra que lo tuviese un criado ; y por el mancebo pide e1
libro del criado y sale derecho a la plaza, y en pasando la esquina
desaparece .... " (5).
-Sarmiento de Gamboa dice que el Inca Pachacutec "con mn–
cha diligencia escudrifi6 y averigu6 las historias de las antigiiedades
desta tierra, principalmente de los ingas, sus mayores, y mandala
(1) Ob. cit. Lib. VI, cap. VII.
(2) Historia del Peru bajo la dominaci6n de los Incas, pag. 103.
(3) Histori a del Nuevo Mundo, t. III, pags. 111 y 117, y Nota 2.
(4) Cr6nica de! Peru, cap. LXXXVII.
(5 ) Relacion de antigliedades deste Reyno de! P eru, pags. 119, 133
y
188.