Faltaba a
H nanea
la nota
de
la
civilización
moderna que
hiciese n1ás atractivas
sus bellezas
naturales
y
que facilitase al piadoso peregrino
la
visita
al Santuario. Los
esfuerzos
sobre-hu1nanos
de su
actual Capellán,
R. P. L.
MRrquez Eyzagui–
rre,
han
iniciado con
fortuna
las
obras n1ás
urgen–
tes en éste
sentido,
y,
dados
sus entusiasn10
y
an1or
al di vino
Enamorado
de
todos nosotros,
es
de esperar que
muy
pronto
Huanca
gozará
de
fncll
acceso
para
toda
~lase
de vehículos,
y
los peregri–
nos
tendrán
en el Santuario las con1odidades tnás
indispensables~
¡Conviértase
presto Huanca, en centro de pere–
grinación
y
foco de
piedad
para
toda esta
región
andina.
l_)ara
ello sean
gen~rosos
los corazones
cristianos
y
no rehusen
el
óbolo
de
su
pobreza o
abundancia~
a fin de que las
obras
iniciadas
avan–
cen con rapidez
y
lleguen a realizarse
otros
proyec–
tos vastos y mágicos
de
su actual
Capellán.
Nuestro Señor, que escogió este
sitio para
ser
venerado de un n1odo especial, en esta
su
dolorosa
efigie, no
dejar(t
sin premio a los devotos que coo–
peren con sus lin1osnas a
rendirle culto
y
htrmo–
searle la 111orada ' '.
CAPITULO III
· LA .ROCA (
1)
DEL MlLAGRO ·
Resumen:
Escasez de noticias sobre las
aparicio~
nes
del Señor-Causas
del
aumento de la devoción
al
Se–
ñor,de I-Iuanca.-Sumisión a las disposiciones eclesiásti.
[11
Al hablar de noca
DO· 8E'
debe
entenrlei·
que el Señor e.;;;té
pinta.do-en una
rora,
sino
que
fné una
roca la escogida por el
8Pñor
para.la.~
apa1·icio1w:-i.
Diego lo vió de
p~é
Rohre
·T
lJila roca
dentro de
ja
e-averna.
Los
MPrCP,dar·ioA.
Regún
Jos datos del indio, mandaron
hacAr
nn muro
~obre
la.
l'OCRi
y
ahi
Sf'
pintó
la imagen tal como lo
vió
el
vidente
ar1nre-·
cé1·seh~
••u h1
1·ocJL