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LEONARDO TASCON
bles que habrian de hacer imposible su termi–
naci6n.
La parte que presentamos a la ilustre Aca–
de•mia Colombiana comprende:
1
9
las voces de
procedencia
qu~chua
traidas del Peru por l'Os
conquistadores y la:s que del mismo idioma con–
servaron cas'tellanizadas los naturales del de–
partamento de Narifi.o; y 2
9 ,
los nombres geo–
graficos queehuas, que en general son anterio–
res no s6lo a la coniquista espafi.ola sino a la
in–
vasi6n caribe. El estudio etimol6gico de las pri–
meras interesa a nuestro lenguaje; el de las ul–
timas sirve para esclarecer algunos de loo mu–
chos puntos obscuros de la prehistoria :de Go–
lom11ia. Quiza no andemos lej os de la verda.d
con decir q:ue nuestras inve-<:;tigacione.s
.e~o-
16gicas permiten dedlucir que numerosos
p~blos o tribus de lengua quechua ocuparon antes
ode la invasi6n caribe los actuales
DeJi)art
ame~Jtos de Narifi.o, el Huila, el Cauca, el Va!Je, C.al–
das, Antioquia, la Intendencia del Choc6, el
te–
rr~torio
del 1Qaqueta y muy probable:met).te
el
Tolima, el Atlantico y Bolivar, y que las ruinas
haJlad.as.en ellos perteneicfan a diehos pueblos.
Verdad •que en los tres ultimas no existen hue–
Jl~
de la lengua quechiua, pero esto se explica
facilmente.
En
las primeras invasiones la guer-ra
debi6
ser
de exterminio; de suerte que el
i.dioma