HIS MONTAl'fAS
noce la voz
y
el
significado de los ruioos que va–
gan de dia
y
de noche, como extraviados
entre
las–
quebradas, y sabe correr por las laderas
y
los pre–
cipicios aun en medio de las tinieblas.
1
Ha escucha–
do el rumor que anuncia la aproximaci6n del ene–
migo,
y
ripido como Una flecha, por sendas solo de
el conocidas, corre al Pucara a dar
la
sefial de alar–
ma, la terrible sefial, la de la esclavitud
y
]a muerte
de su raza
!
Ya le esperaban ansiosos los caciques, apiiiados.
en
un bak6n de granito que la naturaleza form6;.
ya
Je esperaban;
SUS
pechos de piedra y
SUS IDUSCU–
los de fierro se agitan
y
se estremecen
a
la vez, con
coraje y terror nunca sentidos; sus ojos brillan sa–
bre
el
abismo 16brego como si fueran de fieras, co0<
destellos roj izos ; sondean las quebradas, las lade–
ras y las cumbres, hasta que un silbido lejano
y
agudo hiela sus carnes
y
arranca u-n rugido
:--t-"I EF
es!
1
es la seafil !"-se dicen todos. El centinela ya
-
vue]v~
; pero antes de llegar ha dado el terrible·
anunc10.
i
A
las armas
!
i
Es
el ultimo combate, es lo des–
conocido, es ,lo pavoroso
!
Pero ya estan las
trin–
cheras repletas de soldados;
montaii.asde proyec–
tiles de granito, como las balas apifiadas al lado de
un cafi6n, estan dispuestas para rodar al
f
ondo
y ·
detener el paso de los extrafios enemigos, quienes–
quiera que sean.
1
Estos nuevos titanes no escalaran·
la cumbre; alH esta hirviendo el rayo fulmina<lor
de
una raza heroica que defiend.e
el
hogar primi–
tivo, las t umbas, los htbesos
ven~rados
; antes la
mo–
le de piedra que }es r.ustenta ha de convertirse
e_n.
menudo polvo, sepu1t&ndo sus cuerpos cubiertos dtt-·
.beridas
!